Mientras tanto, en el aeropuerto Logan de Boston, la inmigrante guatemalteca Angélica González-García se reunió con su hija de 8 años de edad el jueves, casi dos meses después de que la niña fuera arrancada de brazos de su madre en un centro de detención de Arizona.
Angélica González-García declaró: “No tengo palabras para expresar la felicidad que siente mi corazón… porque mi vida entera está aquí hoy conmigo, la cosa más hermosa que me ha dado la vida”.
González-García afirma que un agente de inmigración le deseó un “feliz Día de la Madre” antes de que le retiraran a su hija sin explicaciones y la retuvieran en un centro de detención de Texas. González-García busca asilo en Estados Unidos tras huir de una grave situación de violencia doméstica en Guatemala, pero se enfrenta a una lucha cuesta arriba después de que el gobierno de Trump decidiera no considerar más las solicitudes de asilo sobre la base del abuso doméstico.