En México, agrupaciones defensoras de los derechos humanos y familiares exigen justicia, después de que el alcalde de una ciudad situada en el estado sureño de Oaxaca fue asesinado a balazos el día de Año Nuevo, pocas horas después de haber asumido el cargo. Alejandro Aparicio se encontraba rodeado de simpatizantes mientras realizaba un recorrido público por las oficinas municipales cuando le dispararon en la calle. El atacante fue inmovilizado hasta el arribo de las fuerzas policiales que procedieron a su arresto; ha sido descrito como un ex oficial de policía de 34 años procedente del norte de México. La viuda de Aparicio, Victoria Feria, considera que el asesino no actuó por su cuenta.
Victoria Feria afirmó: “Pues que se haga todo lo posible para que se esclarezca este crimen porque no puede quedar impune. Eso es lo que pedimos como familia, que se esclarezca y que nos brinden su apoyo”.
Aparicio era miembro del partido progresista al que pertenece el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Su muerte se produjo al tiempo que investigadores de derechos humanos revelan que 175 políticos mexicanos han sido asesinados en un período de 12 meses que terminó en agosto de 2018.
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