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El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a dos ex empleados de Twitter de ayudar a Arabia Saudita a espiar a miles de personas críticas del reino. Ali Alzabarah y Ahmad Abouammo están acusados de proporcionar al gobierno saudita información detallada sobre números de teléfono y direcciones de correo electrónico vinculadas a las cuentas de los usuarios. Además, proporcionaban direcciones de protocolo de Internet que podrían ser usadas para identificar la ubicación de un usuario. Los cargos se presentan poco más de un año después del brutal asesinato del periodista saudita crítico Jamal Khashoggi dentro del consulado saudita en Turquía. Un nuevo informe de Human Rights Watch encuentra que un año después del brutal crimen de Khashoggi, Arabia Saudita continua deteniendo arbitrariamente a numerosos activistas, críticos del régimen y religiosos. El informe afirma que hay una “realidad más oscura” detrás de las iniciativas para mujeres y jóvenes ampliamente promocionadas por el príncipe de la corona, Mohammed bin Salman. Esa realidad incluye detenciones masivas de mujeres activistas, algunas de las cuales habrían sido abusadas sexualmente y torturadas con electrochoque.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Adam Coogle, investigador en temas de Medio Oriente para Human Rights Watch.
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