En Siria, hasta 100.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en la provincia noroccidental de Idlib, en medio de una intensificación de la ofensiva del Gobierno sirio respaldado por Rusia. Unos tres millones de personas viven actualmente en la provincia de Idlib, que ha sido bombardeada durante meses por ataques aéreos rusos y sirios. Los intensos combates de los últimos días han obligado a decenas de miles de personas a huir hacia la frontera turca, ya que el gobierno sirio quiere apoderarse de uno de los últimos territorios en manos de los rebeldes antigubernamentales. Los grupos humanitarios dicen que docenas de civiles sirios han sido asesinados solo en la última semana.
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