Venezuela acusa a EE.UU. de mandar armas clandestinamente al país luego de encontrar material bélico en avión que podría estar vinculado a la CIA

Reportaje13 de febrero de 2019

Una empresa transporte aéreo de Carolina del Norte detuvo sus vuelos a Venezuela después de un informe del medio McClatchy que la vinculaba a un posible contrabando de armas. La semana pasada, autoridades venezolanas declararon haber descubierto 19 armas de asalto, 118 cartuchos de municiones y 90 transmisores de radio militares a bordo de un avión estadounidense que había volado desde Miami a Valencia, la tercera ciudad más grande de Venezuela. Dicho avión, un Boeing 767, es propiedad de una empresa llamada 21 Air, localizada en Greensboro, Carolina del Norte. Desde el 11 de enero, el día después de la asunción de Maduro para su segundo período como presidente, el avión realizó alrededor de 40 viajes de ida y vuelta entre Miami y diferentes lugares en Venezuela y Colombia. Los vuelos se detuvieron cuando McClatchy publicó su informe sobre el tema. Desde Venezuela, acusan al gobierno estadounidense de enviar estas armas como parte de su plan para derrocar al gobierno de Maduro. Si bien aún no se ha establecido una relación concreta entre la empresa 21 Air y el gobierno estadounidense, el informe de McClathy vincula al presidente de 21 Air, Adolfo Moreno, y a otro empleado de la compañía con la aerolínea Gemini Air Cargo, que estuvo involucrada en el programa de rendiciones extraordinarias de la CIA durante el gobierno de George W. Bush.

Para ampliar esta información, hablamos con Tim Johnson, el periodista de McClatchy que publicó el informe. Johnson fue parte del equipo que, en 2017, compartió el premio Pulitzer por la investigación sobre los “Papeles de Panama”.

Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Estos son algunos de los titulares de hoy. Seguimos en Democracy Now! Democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.

JUAN GONZÁLEZ: Pasamos ahora a hablar de Venezuela. Una empresa de transporte aéreo con sede en Carolina del Norte ha detenido sus vuelos a ese país [Venezuela] luego de que un reporte de McClatchy la vinculara con un posible caso de contrabando de armas. La semana pasada, las autoridades venezolanas afirmaron que descubrieron 19 armas de asalto, 118 cartuchos de munición y 90 antenas de radio de tipo militar a bordo de un avión de propiedad estadounidense que voló de Miami a Valencia, la tercera ciudad más poblada de Venezuela. El Boeing 767 es propiedad de una compañía llamada 21 Air, cuya sede está en Greensboro, Carolina del Norte. El avión había realizado cerca de 40 vuelos de ida y vuelta entre Miami y varios lugares de Venezuela y Colombia desde el 11 de enero, el día siguiente a que el presidente venezolano Nicolás Maduro fue juramentado para un segundo mandato. Los vuelos fueron interrumpidos después de que McClatchy reportara por primera vez sobre ellos. Venezuela acusó al Gobierno de Estados Unidos de enviar las armas como parte de su intento por derrocar al Gobierno de Maduro. El General de la Guardia Nacional Bolivariana, Endes Palencia Ortiz, declaró: “Este material iba destinado a grupos criminales y acciones terroristas en Venezuela, y está financiado por la extrema derecha fascista y el Gobierno de Estados Unidos”.

AMY GOODMAN: La empresa 21 Air ha negado tener conocimiento del envío de armas, argumentando que el vuelo había sido alquilado por otra compañía llamada GPS-Air, que también negó haber enviado armas. Si bien no hay pruebas definitivas de los vínculos entre la empresa 21 Air y el Gobierno de Estados Unidos, McClatchy informa que el presidente de 21 Air, Adolfo Moreno, así como otro empleado de la empresa, tienen vínculos con Gemini Air Cargo, empresa que estuvo involucrada en el programa de entregas extraordinarias de la CIA durante el Gobierno de George W. Bush. En 2006, Amnistía Internacional identificó a Gemini Air Cargo como empresa pantalla que tenía autorización para aterrizar en las bases militares de Estados Unidos en todo el mundo.

La CIA tiene un largo historial de utilización empresas pantalla en operaciones encubiertas. El caso más conocido es el de la aerolínea pantalla Air America, empresa dirigida por la CIA que operó desde 1950 hasta 1976. En los años 80, una compañía pantalla de la CIA llamada Southern Air Transport fue usada para enviar armas a los Contras respaldados por Estados Unidos en Nicaragua.

Nos acompaña ahora Tim Johnson, quien ha estado reportando sobre este tema para McClatchy. Johnson nos acompaña desde Pennsylvania. Bienvenido a Democracy Now! Tim, ¿podría explicar lo que descubrió?

TIM JOHNSON: Como usted mencionó, esta compañía de carga aérea, 21 Air, voló en repetidas ocasiones a diferentes lugares de Venezuela y Colombia desde el 11 de enero. Antes de eso había operado fundamentalmente dentro de Estados Unidos, y de repente comenzó a cambiar sus patrones, realizando a menudo hasta dos vuelos al día entre Miami y lugares de Colombia o Venezuela.

De hecho, me enteré de esto por alguien que tuiteó al respecto. Un hombre en Canadá, que sigue los movimientos de barcos y aviones, observó que esto estaba ocurriendo y comenzamos a investigar el historial del presidente de 21 Air, y descubrimos que tiene una serie de empresas. Dos de esas empresas tenían una dirección postal en el noroeste de Miami que había sido utilizada anteriormente por una filial de la empresa Gemini Air Cargo, que, como usted mencionó, estaba incluida en ese informe de Amnistía Internacional por haber participado en las entregas extraordinarias [de la CIA].

JUAN GONZÁLEZ: Tim Johnson, un Boeing 767 es un avión bastante grande, y el cargamento de armas que el Gobierno venezolano afirma haber encontrado, aunque es cierto que son armas letales, no era un gran cargamento. Me pregunto si habría alguna forma de saber cuál era el manifiesto de carga de ese vuelo, así como de los otros cerca de 39 vuelos que esta aerolínea realizó… según ellos, ¿qué es lo que transportaban?

TIM JOHNSON: La verdad, no lo sé. Hemos tratado de obtener esa información, pero aún no hemos podido obtener los manifiestos de carga. Por lo tanto, no sabemos cuál era la carga que transportaron los otros vuelos que fueron a Sudamérica. Este es un caso muy desconcertante. Si te fijas en los perfiles de redes sociales e investigas los antecedentes de los empleados de 21 Air y de las empresas asociadas, puedes ves que muchos de los empleados son seguidores en las redes sociales de miembros de la oposición venezolana, y estos opositores son a su vez seguidores de esos empleados [de 21 Air]. Entonces, ciertamente los empleados de la empresa sienten simpatía hacia la oposición contra Maduro en Venezuela.

AMY GOODMAN: Háblenos sobre la dirección de la compañía que usted investigó, cuya sede está en Carolina del Norte. Y explique a qué se refiere cuando habla de los vínculos con el programa de rendiciones extraordinarias del presidente George W. Bush.

TIM JOHNSON: Adolfo Moreno es propietario del 75% de la empresa 21 Air, además de poseer muchas otras empresas, pero también tiene negocios en Miami. Si bien la empresa [21 Air] está registrada en Carolina del Norte, realmente opera desde Miami, hasta donde yo tengo conocimiento. Desde allá se han operado muchos de los vuelos. Tienen un centro de operaciones enorme en el Aeropuerto Internacional de Miami.

Un curioso aspecto secundario de esta historia es que la empresa que consigna la carga también tiene vínculos tangenciales con el escándalo del Irán-Contra. El jefe de GPS Air es un hombre llamado José Manuel Calvo, y él, como Moreno, tiene muchas empresas. Y una de esas empresas fue creada en asociación con otra empresa llamada Heavylift Air. Y esa empresa tiene una filial que opera desde los Emiratos Árabes Unidos que es controlada por el iraní estadounidense Farhad Azima, quien a su vez estuvo involucrado en el escándalo Irán-Contra. Así que tenemos todos estos datos circunstanciales, pero no hay una prueba definitiva. Esto puede ser simplemente una casualidad.

AMY GOODMAN: ¿Esto que está diciendo sobre el escándalo Irán-Contra es algo nuevo? Y explique, para las personas que no están familiarizadas con el escándalo Irán-Contra, en qué consiste este hecho ocurrido durante los gobiernos de Reagan y Bush, la venta de armas a Irán para usar ese dinero para apoyar a los Contras en Nicaragua, violando la ley de Estados Unidos, la Enmienda Boland.

TIM JOHNSON: Sí. Ese escándalo involucró a Southern Air Transport, que también era una empresa pantalla de la CIA. Ese escándalo explotó en la prensa en 1986 porque el ejército sandinista derribó un avión bimotor que era operado por Southern Air Transport, y que llevaba armamento para los rebeldes de la Contra que estaban luchando en Nicaragua. De hecho, Southern Air Transport estuvo muy involucrado en todos los envíos de armas a Irán, así como los envíos desde Oriente Medio a los rebeldes de la Contra en Nicaragua.

JUAN GONZÁLEZ: Quisiera preguntarte por Eugene Hasenfus, a quien usted menciona en su artículo. En 1986 Hasenfus iba a bordo de un avión estadounidense que fue derribado en Nicaragua mientras se encontraba realizando una misión secreta que consistía en llevar armas para los Contras nicaragüenses. Hasenfus es el único pasajero que sobrevivió. Veamos un documental realizado en 1991 por la televisión pública de Wisconsin, titulado “La historia de Eugene Hasenfus”. Incluye un fragmento de la cobertura inicial de esa televisión de lo que le sucedió a Eugene Hasenfus en 1986.

REPORTERO: Un hombre de Wisconsin ha sido el foco de las noticias internacionales esta semana. Eugene Hasenfus, un hombre de 45 años proveniente de la localidad de Marinette, fue capturado en Nicaragua después de que su avión de carga fuera derribado. En una conferencia de prensa celebrada el jueves, Hasenfus dijo que su misión fue dirigida por la CIA. Pero funcionarios estadounidenses dicen que los vuelos fueron operados de forma privada. La señora Sally Hasenfus se reunió con su esposo en Nicaragua esta semana. Hasenfus está encarcelado y podría ser sometido a juicio.

JUAN GONZÁLEZ: El documental también incluye una entrevista a la esposa de Eugene Hasenfus, Sally.

SALLY HASENFUS: A la mañana siguiente intenté llamar al presidente Reagan. Pensé: “Bueno, ese es el único lugar donde voy a obtener respuestas”. Él es… ya sabe, debería poder confiar en él. Él es el presidente. Y yo sabía que él tenía que saber algo. Reagan me puso en contacto con un hombre llamado Elliott Abrams. Él dijo: “No sé quién eres, y no sé de qué estás hablando”. Eso me enfureció. Y antes de colgar, admitió que sí sabía de lo que estaba hablando. Y me hizo varias advertencias: “Tenga cuidado con la prensa, y tenga cuidado con lo que dice. Tenga cuidado con lo que hace”.

JUAN GONZÁLEZ: Y curiosamente o casualmente, Elliott Abrams es ahora el enviado especial de la Casa Blanca para Venezuela. ¿Cuál fue su evaluación de este asunto en aquel entonces, el impacto que tuvo en lo que estaba sucediendo en ese momento, con respecto a la guerra contra los Contras?

TIM JOHNSON: No estoy seguro de poder hablar del impacto histórico, pero creo que está claro que ayudó a que se alcanzara el acuerdo negociado que condujo a las elecciones en Nicaragua de 1990, porque claramente tuvo un gran impacto. Pero realmente no puedo hablar más en detalle de ello.

AMY GOODMAN: Pero todo este tema de Eugene Hasenfus, un ex marine, un mercenario, derribado en Nicaragua, luego retenido por Nicaragua, y posteriormente liberado, y sus vínculos con el Gobierno de Estados Unidos en ese momento, y ahora usted retoma esa cuestión en su reportaje sobre el cargamento de armas que fue encontrado tratando de ser introducido en Venezuela… no habiendo claridad sobre si existe o no una conexión con el Gobierno de Estados Unidos, pero teniendo en cuenta que el Gobierno de Estados Unidos está apoyando abierta y explícitamente el intento por derrocar a Maduro. Y estos vuelos que comienzan un día después de la toma de posesión de Maduro el 10 de enero.

TIM JOHNSON: Sí, hay muchos vínculos casuales, y vale la pena prestarles atención. Nuevamente, uso “casuales” solo porque no lo sabemos realmente. Otras personas me han dicho que hay mucha gente que podría tener un interés personal en esto. ¿Iban realmente las armas a bordo de ese avión o es posible que todo esto sea una farsa montada por el Gobierno venezolano para ganar apoyo para Maduro? No lo sé. No hemos podido determinar a ciencia cierta que esas armas fueron cargadas en ese 767 en Miami, que de alguna manera superaron los normalmente rigurosos controles de seguridad de la carga aérea de la Administración de Seguridad en el Transporte. Estas son cosas que aún no se han investigado.

JUAN GONZÁLEZ: La empresa, como usted mencionó, normalmente no viajaba a Venezuela ni Colombia. ¿Ha dado una respuesta? ¿Ha dicho algo sobre qué llevaban en realidad esos 40 vuelos o están diciendo que simplemente no conocían el contenido de la carga?

TIM JOHNSON: Ambos han dicho muy poco aparte de negar que tuvieran conocimiento del contenido de la carga. En general, una compañía de carga aérea confiaría en el consignatario de la carga para que fuera esa persona quien se encargara de realizar cualquier declaración, creo. Y por su parte, GPS-Air dijo.. ya sabe… la empresa no conoce cuál era el contenido de la carga.

AMY GOODMAN: Y, finalmente, volviendo al tema de la entrega, a pesar de que usted no sabe exactamente para quién estaba trabajando esta empresa, de lo que sí tiene conocimiento es de que la empresa estuvo envuelta con el Gobierno de Estados Unidos durante la presidencia de George W. Bush en el programa de rendición extraordinaria [de la CIA] y de que tenía permiso para aterrizar en cualquier base militar estadounidense en el mundo. ¿Puede explicar en qué consistían estas llamadas “rendiciones extraordinarias”, a las que algunos llamaban secuestros?

TIM JOHNSON: Básicamente, las rendiciones extraordinarias consistían en llevar a individuos sospechosos de terrorismo, en la época posterior al 11-S, a centros clandestinos de detención situados por todo el mundo para que fueran interrogados. Había varios centros clandestinos en Europa del Este. Sé que había uno en Chiang Mai, Tailandia, y en otros lugares. Y estos centros se utilizaban para interrogar por la fuerza y torturar con la técnica del “ahogamiento simulado” a sospechosos en el marco de la guerra contra el terrorismo. Así que estos vuelos que realizaban “rendiciones extraordinarias” fueron algo habitual en el periodo posterior a los atentados del 11 de septiembre.

AMY GOODMAN: Le agradezco mucho que nos haya acompañado. Tim Johnson, reportero de McClatchy que ha estado cubriendo asuntos de seguridad nacional y tecnología desde 2016. Su artículo más reciente se titula: “Venezuela afirma que un avión proveniente de Miami entregó armas para que fueran usadas por los enemigos de Maduro”. Tim Johnson fue parte del equipo que ganó un Premio Pulitzer en 2017 por su investigación sobre los Papeles de Panamá. En los inicios de su carrera pasó dos décadas como corresponsal extranjero en Asia y Latinoamérica. Pueden encontrar su artículo en democracynow.org/es. Cuando volvamos de la pausa, hablaremos sobre el libro “Ninguna de las anteriores: la historia no contada sobre el escándalo en las escuelas públicas de Atlanta, la ambición empresarial y la criminalización de docentes”. Quédense con nosotros.


Traducido por Lidia Hernández. Editado por Igor Moreno Unanua, Pamela Subizar y Democracy Now! en Español.

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