En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu celebró el miércoles su victoria electoral, después de que su principal rival, el ex comandante en jefe de las fuerzas armadas israelíes Benny Gantz, reconoció su derrota. En una situación sin precedentes, Netanyahu cumplirá su quinto mandato. Se prevé que el Likud, partido político al que pertenece Netanyhau, forme una coalición con otros partidos de derecha que, probablemente, les permitiría contar con la mayoría de los votos en el parlamento israelí, que tiene 120 escaños. El miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, felicitó a Netanyahu.
El presidente Donald Trump expresó: “Pero todos decían que no se puede lograr la paz en Medio Oriente, con Israel y los palestinos. Creo que tenemos una oportunidad. Y creo que ahora que Bibi resultó vencedor, tenemos una mejor oportunidad”.
Tan solo unos días antes de las elecciones, Netayahu se comprometió, si resultaba vencedor, a anexar los asentamientos ilegales israelíes en los territorios ocupados de Cisjordania.
Mientras tanto, el periódico Haaretz informó el miércoles que una compañía israelí de relaciones públicas se jactó en las redes sociales de su papel en haber colocado 1.200 cámaras ocultas en centros de votación situados en vecindarios árabes, y se atribuyó el mérito por la escasa concurrencia de electores en esas áreas.
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