En el estado de Virginia, en Estados Unidos, James Fields, el autodenominado neonazi que causó la muerte de la activista Heather Heyer en una manifestación antiodio en 2017, fue condenado el viernes a cadena perpetua. Fields condujo su automóvil contra una multitud de manifestantes antifascistas que protestaban en contra de la movilización de supremacistas blancos en la ciudad de Charlottesville, convocada bajo la consigna “Unite the Right” (“Unamos a la derecha” en español). Tras la manifestación y el asesinato de Heyer, el presidente Trump afirmó que había “gente muy buena en ambos bandos”. La madre de Heather Heyer, Susan Bro, reaccionó ante el veredicto.
Susan Bro dijo: “La última vez que vi a mi hija fue para identificar su cuerpo y firmar los papeles para que fuera cremada. Sostuve su mano contusionada y su brazo magullado y dije: ‘Haré que tu muerte no sea en vano’. Y eso es lo que he hecho y continuaré haciendo. No podrán matar a mi hija y silenciar esa voz sin que se alcen 500 más. No se lo permitiremos”.