El Hospital Universitario Hahnemann, en Filadelfia, dio de alta a su último paciente la semana pasada y se prevé que cierre por completo en las próximas semanas, despidiendo a más de 2.500 empleados del sindicato y dejando un vacío en los servicios médicos disponibles para las personas de bajos ingresos en el área. Residentes y activistas han estado luchando contra el cierre de la institución de 171 años. Sostienen que el ejecutivo de capital privado Joel Freedman —cuya firma Paladin Healthcare adquirió el hospital Hahnemann el año pasado— está intentando usar procedimientos de bancarrota para vender la propiedad para el desarrollo de condominios de lujo y hoteles.
Bernie Sanders, quien se movilizó junto a los residentes del área a principios de este mes, condenó la “cultura de la avaricia corporativa” responsable del cierre. Sanders dijo que su plan Medicare para Todos incluiría un fondo para que los gobiernos locales puedan comprar hospitales que tengan dificultades financieras.