En el territorio ocupado de Jerusalén Oriental, las fuerzas israelíes dispararon el domingo gases lacrimógenos, granadas de sonido y balas de goma dentro de la mezquita de Al-Aqsa, mientras los palestinos se congregaban para conmemorar el primer día de Eid al-Adha o Celebración del Sacrificio. Decenas de palestinos resultaron heridos en el ataque. Los enfrentamientos surgieron luego de que las autoridades permitieron que cientos de judíos religiosos israelíes ingresaran al sitio sagrado de Al Aqsa para rezar durante la festividad. Generalmente se permite que los judíos ingresen al lugar, pero no se les permite rezar allí. Hanan Ashrawi, diplomático palestino y miembro de la Organización para la Liberación de Palestina, sostuvo que “el ataque perpetrado por las fuerzas de ocupación israelíes a las instalaciones de la mezquita de al-Aqsa en la mañana de Eid es un acto de imprudencia y una agresión”.
Los enfrentamientos en la mezquita de Al-Aqsa se produjeron al tiempo que soldados israelíes causaron la muerte de cinco hombres en Gaza, en la barrera de separación con Israel. El Ejército israelí afirmó que el sábado mató a balazos a cuatro palestinos que se encontraban armados y a otro hombre el domingo.