El Servicio de Inmigración de EE.UU. lleva a cabo redadas en una compañía cuyos trabajadores ganaron una demanda por discriminación

Las redadas de Inmigración tuvieron como objetivo las plantas de procesamiento de pollos operadas por Koch Foods, uno de los productores avícolas más grandes de Estados Unidos. El año pasado, Koch Foods pagó 3,75 millones de dólares para resolver una demanda colectiva de la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, que acusaba a la compañía de acoso sexual, discriminación por origen nacional y racial, y de haber tomado represalias contra trabajadores latinos en una de sus plantas de Mississippi. Activistas a favor de los derechos de los trabajadores dicen que se trata de la más reciente redada que ataca fábricas donde los trabajadores inmigrantes han organizado sindicatos, luchado contra la discriminación o denunciado condiciones inseguras e insalubres.