En noticias relacionadas, un tribunal federal impidió el miércoles que el Gobierno de Donald Trump deportara a menores migrantes no acompañados bajo una política que permitía a los oficiales de inmigración deportar rápidamente a los solicitantes de asilo que llegaran a la frontera entre Estados Unidos y México sin el debido proceso, usando la pandemia de COVID-19 como justificación. Desde el inicio de la pandemia, ya han sido deportados del país unos 13.000 menores no acompañados.
Esto ocurre al tiempo que defensores de los derechos de los inmigrantes exigen la liberación de 28 menores y sus familias, que se encuentran en un proceso acelerado de deportación llevado a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Los defensores argumentan que los agentes manejaron de manera indebida las solicitudes de asilo iniciales presentadas por las familias, lo que tuvo como consecuencia el rechazo de las alegaciones de los inmigrantes de que tienen un temor creíble de regresar a su país de origen. Estas fueron las palabras expresadas por Alexa, una niña que estuvo encarcelada durante 11 meses por el Servicio de Inmigración.
Alexa: “¿Por qué dijeron que los niños tienen derechos en este país cuando, en este centro de detención, los niños no tienen derechos?
Fue una situación horrible, porque yo estaba enferma y mi mamá estaba enferma, y el personal médico que trabaja allí no querían ayudarnos. Solo cuando nos liberaron, descubrieron que mi mamá tenía cáncer. Hubo discriminación en el centro de detención. Los oficiales de inmigración nos gritaban. Nos trataban como si fuéramos menos que [humanos], nos hicieron cosas horribles en ese centro de detención”.
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