El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo el martes que una ofensiva del Gobierno sirio en Idlib, la última gran provincia controlada por los rebeldes, dejó 20 civiles muertos, incluyendo al menos a nueve menores, después de que las fuerzas sirias apoyadas por Rusia atacaran escuelas y hospitales. Se informó sobre las muertes mientras los combatientes de la oposición apoyados por Turquía dijeron que habían tomado una ciudad estratégica del noroeste, cerca de un cruce de dos carreteras principales. La violencia en Idlib ha obligado a cientos de miles de personas –según algunos cálculos, a más de un millón– a huir a campamentos en condiciones de miseria cerca de la frontera turca. El martes, una portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió sobre nuevos ataques a hospitales y escuelas y exigió un corredor de evacuación seguro para los civiles.
Ruth Hetherington dijo: “El Comité Internacional de la Cruz Roja está profundamente alarmado por el rápido deterioro de la seguridad y las condiciones de vida de los cientos de miles de civiles recién desplazados en la zona de Idlib, que se están quedando sin opciones para encontrar condiciones básicas de seguridad para ellos y sus familias. Esta es la peor ola de desplazamientos que hemos visto durante el conflicto de Siria. Ahora, con las duras temperaturas de invierno en Idlib, vemos a la gente atrapada, aislada y sin posibilidades de salir adelante”.