El lunes, el presidente Donald Trump se jactó de que un millón de personas en Estados Unidos han sido sometidas a pruebas de diagnóstico de coronavirus, semanas después de que prometiera alcanzar esa cifra en cuestión de días. En una conferencia telefónica que mantuvo con varios gobernadores, Trump sugirió que ya no existe una carencia de pruebas de diagnóstico, a pesar de los repetidos pedidos por una mayor cantidad de pruebas en todo el país. El gobernador de Montana, Steve Bullock, anunció que su estado está a un día de quedarse sin pruebas de detección de COVID-19. Otros gobernadores, entre ellos J.B. Pritzker, del estado de Illinois, y Gretchen Whitmer, de Michigan, han denunciado públicamente el manejo de la crisis por parte del Gobierno federal y la grave escasez de equipos médicos y suministros de protección personal. Trump también se jactó de la capacidad del Gobierno para producir respiradores, y sostuvo que Estados Unidos podría enviar un excedente a otros países que los necesiten.
Durante una entrevista emitida el lunes en el programa “Fox & Friends”, Trump celebró el hecho de que en el paquete de estímulo, con un valor de 2,2 billones de dólares para mitigar los efectos de la crisis ocasionada por el coronavirus, no se incluyeron disposiciones presentadas por los demócratas en versiones anteriores del proyecto de ley, que habrían ampliado el acceso al voto.
El presidente Donald Trump afirmó: “Si observamos el antes y el después, las cosas que se incluían allí eran una locura. Ellos tenían cosas, reformas en las maneras de votar, con las que si hubiéramos estado de acuerdo, nunca tendríamos de nuevo a un republicano electo en este país”.