El equipo de trabajo sobre coronavirus establecido por la Casa Blanca estimó el martes que entre 100.000 y 240.000 personas podrían morir de COVID-19 en Estados Unidos, pero solamente si se mantiene la implementación de estrictas medidas de cuarentena. El presidente Donald Trump, quien esta semana extendió las pautas de distanciamiento social hasta fines de abril, afirmó que lo peor está por venir.
Presidente Donald Trump: “Vamos a pasar por dos semanas muy difíciles. Y luego, con suerte, como los expertos predicen y como creo que muchos de nosotros pronosticamos, tras haber estudiado tanto el tema, vamos a ver algo de luz real al final del túnel. Pero estas van a ser dos semanas muy dolorosas, muy, muy dolorosas”.
Trump afirmó que si no se llevan a cabo medidas para mitigar la propagación del coronavirus, hasta 2,2 millones de estadounidenses podrían morir de COVID-19. El desalentador pronóstico contrasta fuertemente con las repetidas afirmaciones hechas por el mandatario en las últimas semanas, en las que sostuvo que el virus estaba “bajo control” y que “milagrosamente” desaparecería en abril.
Al iniciar el mes de abril, Estados Unidos registra el mayor número de casos de COVID-19 en el mundo, con más de 188.000 personas contagiadas y más de 4.000 muertos, aunque el número real de casos de contagio es indudablemente mucho mayor, debido a la grave escasez de pruebas de diagnóstico.
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