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Según las estimaciones más recientes de la Casa Blanca, entre 100.000 y un cuarto de millón de personas podrían morir en Estados Unidos por la pandemia de coronavirus. Esto preocupa especialmente a los y las trabajadoras de atención al público en supermercados, tiendas de comestibles y servicios de entrega a domicilio, que se encuentran entre los sectores más expuestos a este virus altamente infeccioso. El lunes 30 de marzo, trabajadores de almacenamiento y depósito de la empresa Amazon en Staten Island se concentraron fuera del edificio en señal de protesta, a lo que la empresa respondió con el despido de uno de ellos. En una instalación de UPS cerca de Boston, al menos tres empleados dieron positivo en la prueba de coronavirus, y otras dos docenas están en cuarentena. Fue el sindicato quien se encargó de compartir los datos sobre el contagio del virus, señalando que la empresa se negó a proporcionar esta información fundamental a sus trabajadores.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Richard Hooker y David Levin. Hooker es secretario-tesorero de la sección 623 del sindicato de camioneros de Filadelfia, y Levin es uno de los principales dirigentes de la organización Teamsters for a Democratic Union (Camioneros por un Sindicato Democrático) y coordinador de la campaña UPS Teamsters United (Camioneros de UPS Unidos).
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