En el estado de Virginia, un pastor evangélico que desafió las órdenes de quedarse en casa para mantener servicios religiosos a los que asistieron numerosas personas, murió de COVID-19. El obispo Gerald Glenn dijo a su congregación el 22 de marzo: “Creo firmemente que Dios es más grande que este temido virus. Pueden citarme en eso”.
Temas: