En la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, predijo que el coronavirus pronto sería “erradicado” del país, incluso si no se desarrolla una vacuna.
El presidente Donald Trump afirmó: “Se irá, se marchará. Será erradicado. Y puede que lleve más tiempo. Puede que se localice en sectores más pequeños. Será… no será lo que teníamos”.
La cadena televisiva CNN reporta que Trump amenazó, enojado, con despedir a su gerente de campaña el viernes después de que se le presentaron cifras de encuestas que lo mostraban perdiendo terreno ante el presunto candidato demócrata, Joe Biden. El arrebato de Trump se produjo un día después de que el mandatario sugiriera inyectar desinfectante en pacientes diagnosticados con COVID-19. El periódico The New York Times reporta que altos funcionarios del Gobierno de Trump están presionando a agencias de espionaje de Estados Unidos para que busquen evidencia que respalde una teoría infundada que sostiene que un laboratorio perteneciente al Gobierno en la ciudad de Wuhan, en China, fue el origen del coronavirus, y no una transmisión de la enfermedad de animal a humano, como sospecha la mayoría de los científicos. La iniciativa está vinculada al intento del equipo de campaña de Trump de desviar la responsabilidad de la pandemia a China. Mientras tanto, Trump anunció el miércoles que planea viajar al estado de Arizona la próxima semana, y predijo que su campaña presidencial reanudaría la celebración de manifestaciones masivas “en un futuro no muy lejano”. El miércoles, el doctor Anthony Fauci sostuvo que una segunda oleada de muertes por coronavirus es “inevitable”, y advirtió que si los estados flexibilizan las órdenes de quedarse en casa y las medidas de distanciamiento social demasiado pronto, Estados Unidos “podría enfrentar un mal otoño y un mal invierno”.
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