El desacreditado ex jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, fue liberado de prisión el miércoles y cumplirá el resto de su condena bajo arresto domiciliario. Los abogados de Manafort alegaron con éxito que su edad y su estado de salud lo hacían especialmente vulnerable a contraer COVID-19 en prisión.
Por otra parte, los congresistas demócratas Deb Haaland, del estado de Nuevo México, y Raúl Grijalva, del estado de Arizona, exhortan al Gobierno de Trump a liberar de prisión e indultar al activista en defensa de los derechos indígenas Leonard Peltier. El activista es un exintegrante del Movimiento Indígena Estadounidense que fue condenado por el asesinato de dos agentes del FBI durante un tiroteo que tuvo lugar en la reserva indígena de Pine Ridge, en el estado de Dakota del Sur, en 1975. Peltier, quien sostiene desde entonces que es inocente, padece problemas cardíacos y diabetes. Los aliados de Peltier pide que se aplique en su caso un programa de la Oficina Federal de Prisiones que permite liberar prematuramente a reclusos de edad avanzada y a quienes padecen problemas de salud subyacentes durante la pandemia.
Hasta ahora, solo 2.500 reclusos federales han sido liberados y puestos bajo arresto domiciliario, a pesar de que ya han muerto de COVID-19 al menos 340 personas encarceladas en Estados Unidos.