Los hechos de violencia se produjeron en la tercera noche consecutiva de disturbios en Kenosha después de que la policía disparara el domingo contra Jacob Blake, un hombre negro de 29 años que se encontraba desarmado. Un agente le disparó a Blake siete veces por la espalda mientras se subía a un automóvil. Sus tres hijos pequeños presenciaron el tiroteo. Según se informó, antes de los disparos efectuados por el agente, Blake estaba intentando separar a dos mujeres que peleaban, pero la policía no ha explicado por qué le disparó. Blake permaneció hospitalizado el lunes en estado grave pero estable. Sus abogados manifestaron el martes que está paralizado de la cintura para abajo.
Patrick Salvi II declaró: “Una bala, o al menos una bala, atravesó parte o toda su médula espinal. Tiene agujeros en el estómago. Le tuvieron que extirpar casi todo el colon y el intestino delgado. Sufrió daños en el riñón y el hígado y también fue impactado en el brazo”.
Los familiares de Jacob Blake hablaron públicamente el martes, por primera vez desde que la policía le disparara el fin de semana, y reclamaron el despido y arresto de los agentes responsables. Asimismo, exhortaron a la realización de más protestas pacíficas. Estas son las palabras de la hermana de Jacob Blake, Letetra Widman.
Letetra Widman afirmó: “Esto no es nada nuevo. No estoy triste. No me da pena. Estoy enojada y cansada. No he llorado ni una vez. Dejé de llorar hace años. Estoy insensibilizada. He estado viendo a la policía asesinar a personas que lucen como yo durante años”.
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