En el oeste de Estados Unidos, las alertas sobre la calidad del aire siguen en vigor para enormes franjas de California, Oregón y Washington, ya que el denso humo de los incendios forestales, que han batido récords, sigue provocando que millones de personas estén padeciendo una de las peores contaminaciones del aire en el mundo.
Los meteorólogos esperan que las temperaturas más frescas y los vientos más calmos ayuden a los bomberos a obtener una ventaja para poder contener las llamas. Más de dos millones de hectáreas se han quemado y al menos 35 personas han muerto por los incendios que han sido exacerbados por la crisis climática.