En Arabia Saudí, un tribunal dictó sentencias de prisión de entre siete y 20 años para los ocho acusados del asesinato del columnista del periódico The Washington Post, Jamal Khashoggi. Khashoggi fue asesinado y desmembrado en el consulado saudí en Turquía en octubre de 2018. El juicio y el veredicto fueron ampliamente criticados en todo el mundo, en particular, por no haber abordado a quién ordenó el asesinato del opositor del Gobierno saudí, Jamal Khashoggi.
Agnès Callamard, relatora especial de las Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, calificó la sentencia como “parodia de la justicia”. Asimismo, añadió: “En cuanto a la responsabilidad individual de la persona de mayor autoridad en el Estado, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, se le ha mantenido bien protegido contra todo tipo de escrutinio significativo en su país”. Callamard instó a Estados Unidos a dar a conocer las conclusiones de sus organismos de Inteligencia sobre la participación del príncipe heredero en el asesinato de Khashoggi.