Los líderes de los países del G20 celebran este martes una reunión virtual para dialogar sobre formas de ayudar a abordar la creciente crisis humanitaria en Afganistán. Después de que los talibanes tomaran el poder, Estados Unidos, el FMI y el Banco Mundial congelaron los fondos para Afganistán, país que depende en gran medida de la ayuda internacional. Naciones Unidas calcula que un millón de menores afganos están en riesgo de hambruna. El lunes, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a la comunidad internacional a abordar la crisis.
Secretario general António Guterres: “En este momento, debido a la congelación de los activos y la suspensión de la ayuda para el desarrollo, la economía se está derrumbando, los bancos están cerrando y los servicios esenciales, como la atención médica, se han interrumpido en muchos lugares. Necesitamos encontrar formas de hacer que la economía vuelva a respirar, lo que se puede lograr sin violar las leyes internacionales ni comprometer nuestros principios”.