En Afganistán, una agencia de la ONU comenzará a brindar ayuda económica para mantener a flote la frágil infraestructura de atención médica del país, dado que la ayuda financiera internacional, de la que dependía el sector de la salud, se paralizó luego de que los talibanes tomaran el poder en agosto. La ayuda de la ONU incluirá el pago de los salarios de al menos 25.000 trabajadores de la salud. En septiembre, el Gobierno de Biden otorgó licencias especiales a algunas organizaciones, incluida la ONU, para participar en transacciones con el movimiento talibán, al que Estados Unidos ha impuesto una serie de sanciones. Mientras tanto, la situación humanitaria en Afganistán es cada vez más grave. Estas fueron las palabras expresadas por la directora del Programa Mundial de Alimentos en Afganistán, Mary-Ellen McGroarty.
Mary-Ellen McGroarty: “Los 38 millones de afganos que aún viven en el país se están adaptando a una nueva realidad. [La situación es] sumamente triste. Durante estas semanas, la crisis humanitaria se ha intensificado a gran escala y a un ritmo exponencial. La crisis está impulsada por décadas de conflicto y por las crecientes presiones del cambio climático”.