Veintisiete refugiados se ahogaron el miércoles pasado en el canal de la Mancha en un incidente que la Organización Internacional para las Migraciones calificó como la mayor pérdida de vidas ocurrida en el trayecto marítimo entre Francia y el Reino Unido desde que la agencia de la ONU comenzó a recopilar datos en 2014. Tres de las víctimas eran menores de edad. Se realizaron homenajes a las víctimas en ambos lados del canal.
Marwa Mezdour: “Podemos decir que esto sucedió por culpa de los traficantes, pero es ante todo responsabilidad de las mortales políticas migratorias, lo vemos todos los días. Se está implementando una política de acoso, para desgastarlos, y hay un trato realmente degradante e inhumano hacia las personas exiliadas, ya sea en Calais, Grande-Synthe, o cualquier lugar del norte de Francia”.
La tragedia provocó tensiones entre Francia y el Reino Unido, y la exclusión del ministro del Interior británico de una reunión celebrada entre funcionarios europeos sobre la crisis humanitaria. El primer ministro Boris Johnson dijo que el Reino Unido debería rechazar a todos los refugiados que lleguen a las costas británicas desde la ciudad portuaria francesa de Calais.