En el estado de Arkansas, el hombre que fue fotografiado con los pies apoyados en el escritorio de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, durante el asalto al Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero, le gritó el jueves a un juez federal que “no era justo” que estuviera detenido en la cárcel antes de su juicio. Richard Barnett se declaró inocente de los delitos graves de los que se le acusa, incluido el cargo de obstrucción del Congreso y de conducta desordenada por ingresar con un arma peligrosa a un edificio de acceso restringido.
En el estado de Virginia, agentes federales arrestaron al exfuncionario del Gobierno de Donald Trump Federico Klein, acusándolo de agredir a un oficial de policía con un arma peligrosa durante el asalto del 6 de enero al Capitolio. Klein trabajó en la campaña electoral de 2016 de Donald Trump y se desempeñó como asistente especial en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. Klein también es un ex infante de Marina estadounidense que estuvo desplegado en Irak. Esto se produce cuando los agentes federales están investigando las comunicaciones entre los insurrectos partidarios de Trump y los miembros y el personal del Congreso.
El jueves, la policía del Capitolio de Estados Unidos solicitó una extensión de 60 días de la misión de la Guardia Nacional para ayudar a proteger el Congreso. Si se aprueba, un máximo de 2.200 soldados podrían permanecer en el Capitolio hasta mayo.