Miles de estudiantes de decenas de escuelas del estado de Minesota abandonaron las aulas el lunes para exigir justicia para George Floyd y Daunte Wright, un joven afroestadounidense de 20 años que murió a causa de un disparo efectuado por una agente de policía blanca durante un control de tránsito el 11 de abril en Brooklyn Center, un suburbio de la ciudad de Mineápolis. El alcalde de la ciudad, Mike Elliott, un hombre negro que nació en Liberia, le dijo el lunes a la cadena de noticias CNN que “en Minesota no es seguro conducir para las personas negras”.
Alcalde Mike Elliott: “Si vemos que la policía está detrás de nosotros, tenemos miedo. Temblamos. Y ningún ciudadano de Estados Unidos debería tener que enfrentar esa clase de terror. Es constante. Está siempre presente”.
Antes del veredicto, el gobernador de Minesota, Tim Walz, convocó a 3.000 miembros de la Guardia Nacional, junto con 1.100 agentes de policía de todo el estado. El activista por los derechos civiles Jesse Jackson se unió a las protestas el lunes frente al palacio de justicia.
Reverendo Jesse Jackson: “Incluso si ganamos, sería un alivio, no una victoria. Todavía están matando a nuestra gente. Detengan la violencia. Salven a los niños. Detengan la violencia. Salven a los niños”.
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