Varios líderes internacionales acusan a Bielorrusia de “terrorismo de Estado” y “secuestro” después de que el Gobierno de ese país ordenara —bajo el falso pretexto de una amenaza de bomba— que un vuelo comercial fuera desviado a la capital de ese país, Minsk, para detener a un periodista crítico con el presidente Alexander Lukashenko. El avión de la aerolínea Ryanair realizaba un vuelo desde Atenas a Lituania, donde vive el periodista Roman Protasevich, de 26 años. Protasevich operaba las redes sociales de Nexta, un medio que cubrió la violenta represión de las protestas contra el Gobierno de Bielorrusia en 2020, que estallaron luego de la controvertida reelección de Lukashenko. La líder de la oposición bielorrusa, Sviatlana Tsikhanouskaya, que también se encuentra exiliada, se pronunció en contra del arresto de Protasevich.
Sviatlana Tsikhanouskaya: “Hoy Lukashenko ha provocado un escándalo internacional, ha utilizado aviones militares contra civiles en Bielorrusia y otros países europeos con el propósito de detener a una sola persona. [Luego de esto] nadie más estará a salvo. A cualquier persona le puede pasar lo que le sucedió a Roman Protasevich”.
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