“Nada que perder”: El pueblo colombiano protesta contra el “régimen mafioso fascista” enfrentando una trágica represión policial y militar

Reportaje06 de mayo de 2021
Image Credit: @Jahfrann/Twitter

En Colombia hay informes de al menos treinta personas muertas desde que estallaron las protestas en todo el país contra el Gobierno del presidente de derecha Iván Duque. Las y los manifestantes aseguran que seguirán en las calles a pesar de la feroz represión policial y militar. Aproximadamente ochocientas personas resultaron heridas y 87 están desaparecidas en el marco de las manifestaciones, que inicialmente estallaron contra una reforma tributaria que el Gobierno acaba de retirar. Sin embargo, desde entonces las manifestaciones multiplicaron sus demandas. El pueblo de Colombia también está denunciando la brutalidad policial desenfrenada y exige reformas sociales, económicas y políticas más amplias. Al menos quince personas murieron en una masacre perpetrada en la ciudad de Cali el 30 de abril cuando la policía abrió fuego repetidamente contra manifestantes. “El país ha sido un lugar de represión”, dice Emilia Márquez Pizano, directora del equipo de sexo y género de la organización colombiana sin fines de lucro Temblores, que registra datos sobre la violencia policial en el país. También hablamos con Manuel Rozental, activista colombiano con más de cuarenta años de participación en organizaciones políticas de base, miembro del colectivo Pueblos en Camino. Rozental dice que “el pueblo colombiano está harto” de lo que denomina el “régimen mafioso fascista” de Iván Duque. “Han empujado al pueblo colombiano a las calles porque la mayoría de las y los colombianos no tiene nada que perder”, dice Rozental.

Transcripción
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AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de la cuarentena. Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh. Puede subscribirse a nuestro boletín diario de noticias, que recibirá por correo electrónico, enviando un mensaje de texto con la palabra “democracynow”, una palabra, sin espacio, al número 66866. De nuevo, “democracynow” en un texto al 66866.

El paro nacional en Colombia ha entrado en su noveno día a pesar de la mortal represión por parte de la policía y el ejército. Más de 20 manifestantes han muerto desde que la semana pasada estalló el levantamiento contra el Gobierno, apoyado por EE.UU., del presidente de derecha Iván Duque y sus políticas económicas neoliberales. Hay 800 personas heridas y 87 están desaparecidas. Los manifestantes afirman que continuarán en las calles.

MANIFESTANTE: Va a continuar porque estamos ante un Gobierno sordo, mudo, que no quiere oír, no quiere discutir con el Comité Nacional del Paro. Y ha desatado una terrible represión y el ataque a los colombianos que se están movilizando por todo el país.

AMY GOODMAN: Las protestas comenzaron contra un proyecto de reforma tributaria ya retirado, pero desde entonces se han multiplicado sus demandas. El miércoles, cientos de personas realizaron un simulacro de muerte en Bogotá como protesta por la creciente violencia policial en el transcurso de una semana. El martes por la noche, más de una docena de comisarías fueron incendiadas en la capital, Bogotá.

Mientras tanto, Naciones Unidas ha dicho que el organismo está “profundamente alarmado” por la situación en Cali, donde la policía ha matado por lo menos a 15 manifestantes al abrir fuego repetidamente. La activista afrocolombiana de derechos humanos Charo Mina Rojas habló el miércoles con Democracy Now! desde su casa en Cali.

CHARO MINA ROJAS: La gente negra en Colombia se ha estado movilizando desde el 28 de mayo que se llamó al paro nacional y hemos demandado, no solo que se parara la reforma tributaria, sino también otras reformas como la de salud, que serían muy perjudiciales para la ya empobrecida y marginada gente negra en ciudades como Cali, donde se ha concentrado la mayor parte de la violenta represión. Muchos de los asesinados, arrestados, heridos y desaparecidos provienen de barrios negros en Cali.

AMY GOODMAN: Las protestas se dan a medida que Colombia se enfrenta a una tercera ola mortal de casos de COVID. En promedio, casi 500 personas están muriendo por día. Según el periódico The Wall Street Journal, la tasa de mortalidad per cápita del país es incluso más alta que la de India. Más de 76.000 personas han muerto de COVID en Colombia, la tercera cifra más alta en Latinoamérica. La pandemia también ha devastado la economía colombiana, dejando a millones sin empleo y en situación de hambre.

Hoy nos acompañan dos invitados. El Dr. Manuel Rozental es un médico colombiano y activista con más de 40 años de experiencia organizando políticamente desde las bases a jóvenes, comunidades indígenas y movimientos sociales rurales y urbanos. Ha estado exiliado varias veces debido a sus actividades políticas. Él hace parte de la organización Pueblos en Camino. Nos acompaña desde Risaralda, región ubicada en la parte central del país, en la región cafetera. Y desde Bogotá nos acompaña Emilia Márquez Pizano, directora del área Género y Sexualidad de la organización colombiana sin fines de lucro Temblores, que recopila datos sobre la violencia policial en Colombia.

Emilia, comencemos con usted en Bogotá. Hable sobre lo que dio inicio a esta protesta y la violenta respuesta por parte del Gobierno de Duque. Incluso después del anuncio de retirar el proyecto de reforma tributaria, las manifestaciones tan solo han aumentado.

EMILIA MÁRQUEZ PIZANO: Sí. Las protestas están aumentando en parte por la enorme represión gubernamental contra los manifestantes. En este momento, la gente en Colombia no está solo protestando contra las reformas políticas, sino también por la represión que ha sufrido el país bajo este Gobierno. Esto ha llevado al asesinato de líderes sociales. Y ahora tenemos esta crisis que, hasta este miércoles [5 de mayo], ha dejado al menos 1.700 víctimas de violencia policial.

NERMEEN SHAIKH: Emilia, ¿podría darnos una idea de la razón por la que usted cree que el Gobierno ha usado las fuerzas de seguridad para responder tan brutalmente a estas protestas?

EMILIA MÁRQUEZ PIZANO: Bueno, no podemos estar seguros de por qué está sucediendo esto. Obviamente hay algún tipo de orden que se está dando al interior de la fuerza policial. Pero podemos asegurar que el Gobierno ha declarado la protesta como ilegítima. Podemos decir que el Gobierno ha llamado terroristas a los manifestantes. Y esto obviamente ha conducido a más violencia. Esto es una clara retórica de violencia por parte de nuestro Gobierno. Y no sabemos si esto tiene una consecuencia directa sobre la violencia policial, pero es obvio que no ayuda a detenerla.

AMY GOODMAN: El martes, 4 de mayo, el presidente Iván Duque se dirigió a los colombianos.

PRESIDENTE IVÁN DUQUE: Si se llega a presentar una actuación fuera del marco de la Constitución que afecte los derechos de las personas, como lo he hecho siempre, no lo aceptaré de ninguna manera. Como corresponde en el Estado de derecho, impulsaremos todas las investigaciones, internas y con los organismos de control. Pero debemos ser claros: a quienes trabajan por la seguridad de los colombianos, todo el respaldo y al mismo tiempo toda la exigencia. Quiero anunciar que instalaremos un espacio para escuchar a la ciudadanía y construir soluciones, orientado a estos propósitos, en los cuales no deben mediar diferencias ideológicas, sino nuestro más profundo patriotismo.

AMY GOODMAN: Ese era el presidente colombiano de derecha, Iván Duque. Hoy también nos acompaña Manuel Rozental, desde la región central de Colombia. Usted ha estado en las calles. ¿Puede hablar sobre lo que se vive allí? qué pasó el miércoles, 5 de mayo, y cómo las manifestaciones han crecido y ahora hay protestas contra la brutalidad policial, la desigualdad y la pobreza?

DR. MANUEL ROZENTAL: Sí. Buenos días, Amy. Es maravilloso también estar aquí con Emilia de Temblores. Ellos han estado haciendo una labor fantástica, el trabajo más confiable en estos momentos, en estas circunstancias en el país.

Voy a resumir esto para que la gente pueda comprender. Colombia está harta. El 63% de la población apoyaba el paro antes de que comenzara. Y el nivel de aprobación ha crecido desde entonces. Da la sensación de que este es un enorme levantamiento que nadie dirige o controla. No hay nadie a la vanguardia liderando esto. Aunque muchas organizaciones y sindicatos se han volcado en este paro, este es un enorme levantamiento espontáneo contra un régimen mafioso y fascista y no exagero al decir esto, esto no es retórica política. Ha habido miles de asesinatos y masacres por todo Colombia desde que se firmó el acuerdo de paz con las FARC. La población se ha empobrecido. El sistema sanitario no funciona. Era inexistente ya antes de la pandemia y desde entonces solo ha empeorado. Hay un ataque directo contra las clases humildes y los pueblos indígenas y afrocolombianos. El empobrecimiento es continuo.

Pero aquí hay algo más que explica todo esto. Por un lado, la élite colombiana y el Gobierno tienen vínculos con el narcotráfico. Por eso decimos mafia. El narcotráfico genera ingresos, Colombia produce el 92% de la cocaína que se distribuye en el mercado global, 40% de la cual ya no va a Estados Unidos, sino a Europa, Asia, África, etc. Los ingresos de ese mercado equivalen más o menos al 5% del producto interno bruto. Así que hay millones y millones de dólares en ingresos que van a las élites, que impregnan todas las instituciones y que no solo benefician a este Gobierno de extrema derecha, sino a un Estado que se ha venido privatizando, excluyendo a los pobres, y que usa una política de violencia y guerra contra el pueblo. Eso ha llevado a que el Ejército y la Policía colombiana se conviertan en instituciones privadas al servicio de intereses corporativos, tanto de las industrias extractivas transnacionales como del narcotráfico.

Eso es lo que sucede en el país. La deuda externa del país equivale al 60% del producto interno bruto y sigue creciendo. Y esa deuda, en realidad, ha sido creada por las élites. Pero cuando las élites no pueden pagarla, proponen una reforma tributaria que afecta a los más pobres, que ya eran víctimas del hambre, del desempleo, de las privatizaciones y de una violenta represión. Esto ha empujado a la gente a las calles, porque la mayoría no tiene nada que perder. Amy, dos días después de que comenzara la huelga, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), conocido por manipular información a favor del Gobierno, no pudo ocultar el hecho de que el desempleo, la pobreza y la desigualdad han crecido de tal manera en Colombia, en ciudades como Cali en el centro del levantamiento, que la mayoría de los colombianos viven en un infierno.

Entonces, mientras el Gobierno colombiano habla de retirar el proyecto de reforma tributaria y al ministro que lo propuso, y de abrir un espacio para el diálogo, esto es solo una cortina de humo. En realidad, tenemos un régimen fascista que ha ordenado a la policia disparar y matar. El expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien es el verdadero presidente de Colombia y el tirano de este país, ha declarado, basado en la teoría de Alexis López, un neonazi chileno que está dando clases en una universidad militar en Colombia, que existe una revolución molecular sin líderes específicos. Y entonces, la población, manipulada por una conspiración global de izquierda, está propiciando la inestabilidad del régimen y debe ser aplastada por la fuerza. Así, han ordenado a las fuerzas armadas y a la policía que disparen para matar. Pero eso no es lo peor, han ordenado disparar y matar a cualquiera, a todos, en cualquier lugar. Entonces, durante el día, lo que hay es una fiesta, una celebración de personas marchando pacíficamente, cantando y buscando un cambio, porque estamos hartos con el Gobierno. Y luego, por la noche, la policía, las fuerzas armadas y los sicarios salen a matar a la gente. Así que a lo que nos enfrentamos ahora es a la promesa de Uribe, del Gobierno de Duque, de la policía y de las fuerzas armadas de llevar a cabo asesinatos por todo el país.

Y, finalmente, a modo de descripción general, hay que decir que el presidente colombiano ha usado… La Constitución de Colombia permite declarar un estado de excepción, bajo el cual se puede desplegar al ejército en las ciudades, si fuera necesario. Pero eso está pensado para cuando hay un gran terremoto o una catástrofe nacional. Pero el presidente lo ha usado para pedir que el ejército se despliegue en las principales ciudades del país. Así que la realidad es que Bogotá, Cali y Medellín están bajo control de las fuerzas armadas. Los alcaldes, alcaldes electos, no tienen ningún poder en este momento. Las ciudades están tomadas por las fuerzas armadas. Y el comandante en jefe de las fuerzas armadas, que en el pasado estuvo involucrado en los llamados “falsos positivos”, ha prometido a los ricos que aplastará la rebelión. Así que tienes, por un lado, a la gente que quiere un cambio, que quiere libertad, que no puede soportar más la pobreza, la guerra, el terror y a una élite extranjera que se está enriqueciendo increíblemente, y, por el otro lado, tienes un régimen fascista que ha prometido aplastar estas protestas y matar a todo el mundo.

NERMEEN SHAIKH: Dr. Rozental, podría hablar de… Acaba de decir que las ciudades más importantes de Colombia están ahora controladas por los militares. ¿Espera usted que los militares tomen el control de más zonas del país?

DR. MANUEL ROZENTAL: Sí, absolutamente. Este ha sido el guión que se ha querido seguir en protestas y movilizaciones anteriores. En noviembre de 2019, el presidente Duque pidió iniciar un proceso de diálogo. Y para él, dialogar es reunirse con los partidos políticos de extrema derecha, con los partidos liberales, con las instituciones gubernamentales colombianas, y, finalmente, después de seis, ocho o diez meses, se reunió con los movimientos populares. En este país hubo un paro nacional estudiantil que se mantuvo durante meses, cuyo objetivo era defender que la educación es un derecho. El presidente Duque se reunió con el cantante Maluma y no se reunió con los estudiantes. Mientras tanto, continuó matándolos.

Así que estamos absolutamente convencidos de que vamos hacia un control militar de todo el país. Su retórica es dialogante, y destituirá a uno o dos ministros, etc., y ha retirado una legislación que finalmente implementará de otra forma, pero no le creemos. Sabemos que el fascismo está avanzando en Colombia. Y, Amy, sobre su pregunta, si esto no se frena en Colombia… Álvaro Uribe es alguien admirado por el nuevo presidente de Ecuador, es admirado por Piñera en Chile, es admirado por Bolsonaro en Brasil… así que si no frenamos esto habrá una ola fascista en este país.

Así que si la posición del presidente Biden y su Gobierno no es solo retórica, deben demostrar que no van a apoyar esto. Y la única fuerza y el único poder ante el que este país responde es Estados Unidos. Y este Gobierno, en particular, siempre se ha arrodillado ante las políticas de EE.UU. Por lo tanto, puedo decirles, de manera abierta y clara, a quienes nos escuchan que si Estados Unidos detiene esto, detendrá el fascismo. Si no lo hace, serán cómplices de lo que está sucediendo aquí.

NERMEEN SHAIKH: Dr. Rozental, ha mencionado al inicio que el sistema sanitario en Colombia ya estaba al borde del colapso antes de la pandemia. ¿Podría hablar un poco más sobre lo que ha pasado desde que comenzó esta pandemia, y, especialmente, sobre la situación actual con el país enfrentándose a una tercera ola en medio de estas protestas y a los efectos que los confinamientos han tenido en los niveles de pobreza al impedir que muchas personas hayan podido trabajar?

DR. MANUEL ROZENTAL: Sí. Cuando presentó esta entrevista usted mencionó los efectos de la pandemia en Colombia. La tasa de ataque es mayor que la India, donde la situación es una catástrofe.

Me gustaría mencionar brevemente el hecho de que el sistema de salud colombiano fue creado —y esto lo sé porque yo estaba allí cuando sucedió— a través de una legislación presentada ante el Congreso por Álvaro Uribe Vélez. El propósito de esta legislación y de este sistema es transferir fondos y ahorros de la población colombiana al sector financiero privado. Y se transfirió la responsabilidad del cuidado de la población colombiana al sector financiero. Así que lo que se hizo fue usar la salud como pretexto para capitalizar el sector privado. Por lo tanto, el sistema sanitario de Colombia es muy eficaz, porque fue creado para enriquecer aún más a los más ricos. No fue creado para cuidar de las necesidades sanitarias de los pobres. Y es así como funciona.

Si uno quiere ser atendido porque está enfermo, probablemente te receten paracetamol y te envíen a casa. Entonces, para acceder al sistema sanitario normalmente tienes que demandar al Gobierno y a estas corporaciones privadas para acceder a tu derecho a la atención médica. Solo recibirás atención básica, porque están ahí para ganar mucho dinero. Así que esto te da una idea de cuál era la situación antes la pandemia de COVID. Yo soy médico. Tengo amigos médicos. He enseñado medicina. Y tengo miedo de ir a un hospital. No me atenderán. Es un mecanismo sistemático y estructural para no atender a los pacientes cuyo objetivo es ganar dinero. Bajo estas circunstancias, el acceso a unidades de cuidados intensivos y a los test de diagnóstico era casi inexistente.

Así que el Ministerio de Salud y el Gobierno de Colombia están mintiendo sobre la pandemia. El registro de casos está muy por debajo del real. Yo fui al hospital en abril del año pasado con mi hija con síntomas de COVID. Era dengue. A mi no se me hizo la prueba. Y el médico encargado me dijo que el Gobierno no permitía que se me hiciera la prueba. Así que, por un lado, la cifra de casos está subestimada. Y además, el 90% de las muertes por COVID en Colombia han ocurrido en los tres estratos más inferiores de la población, así que está matando a los pobres. Los pobres no pueden quedarse en casa porque la economía informal los obliga a salir a las calles para sobrevivir. Y, por supuesto, quedarse en casa para evitar infectarse ha hecho que mucha gente se haya empobrecido tremendamente.

Pero más allá de esto, todo el país está bajo un estado de sitio. Debido a la COVID, se nos ha ordenado quedarnos en casa y han desplegado a los militares y a la policía por todo el país. Y es en lugares donde está desplegado el ejército y la policía y no se puede salir donde han ocurrido masacres y asesinatos de líderes sociales.

Cuando comenzó el paro nacional nos enfrentábamos ya a la desesperación y la tercera ola de COVID. Donde yo me encuentro ya no quedan camas de UCI. La gente se está muriendo sin tener acceso a las UCI. Ciudades como Bogotá, Cali y Medellín tienen más del 95% de las camas de UCI ocupadas, por lo que no pueden lidiar con esto.

AMY GOODMAN: Dr. Manuel Rozental … Muchísimas gracias. por estar con nosotros. Médico colombiano y activista. Me gustaría terminar en Bogotá con Emilia Márquez Pizano. Emilia, ¿qué cree que va a pasar ahora con estas protestas y con la creciente represión policial?

EMILIA MÁRQUEZ PIZANO: Lo que estamos viendo en Temblores es que si el Gobierno no habla directamente con las fuerzas policiales del país, esto va a continuar. Ayer, después de que nuestra organización se reuniera con la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, [inaudible] dos jóvenes más fueron asesinados durante una protesta pacífica en la ciudad de Pereira, donde se encuentra el Dr. Rozental. Esta violencia no se detiene. No se va a detener. El Gobierno no está haciendo nada para tratar de detener la violencia. Y, en cambio, la violencia continúa por todo el país. El Gobierno está promoviendo que se aumente la militarización de las ciudades. Su discurso está tratando claramente de deslegitimar las protestas, algo muy peligroso en una democracia, porque la gente pierde el derecho a protestar, que es uno de los derechos más fundamentales. No se está respetando el derecho a la vida o a la integridad física en las calles. Y no vemos que esto vaya a detenerse en el corto plazo si el Gobierno no lleva a cabo medidas claras para controlar a las fuerzas policiales y militares. Si esto no se detiene no creemos que la violencia vaya a contenerse.

AMY GOODMAN: Quiero darle las gracias por estar en nuestro programa, Emilia Márquez Pizano, directora del área Género y Sexualidad de la organización colombiana sin fines de lucro Temblores, Por supuesto, seguiremos informando sobre la situación en Colombia. Aquí en Nueva York ha habido protestas contra la participación del expresidente Uribe en una charla organizada por la Universidad de Nueva York. Ha habido manifestaciones frente al Consulado de Colombia y en Times Square. A continuación, hablaremos de Facebook. y de su decisión de bloquear la cuenta del expresidente Trump durante al menos seis meses. Analizaremos la importancia de esto con Shoshana Zuboff, autor de “The Age of Surveillance Capitalism”. Quédense con nosotros.


Traducido por Iván Hincapié e Igor Moreno. Editado por Clara Ibarra e Iván Hincapié.

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