Un nuevo informe revela que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos ha alimentado a la fuerza a prisioneros inmigrantes que hacen huelga de hambre. Además de alimentar por la fuerza a los migrantes en huelga de hambre, el Servicio de Inmigración también realizó a la fuerza un cateterismo urinario a al menos uno de los prisioneros, una práctica que es ilegal según el derecho internacional. Los agentes del Servicio de Inmigración también utilizaron tácticas duras para disuadir las huelgas de hambre, como privar a los presos de agua o amenazarlos con acciones judiciales. Algunos de los abusos incluidos en el informe se remontan a 2015, durante la presidencia de Obama.
Mientras tanto, la vicepresidenta Kamala Harris visitará el viernes la frontera entre Estados Unidos y México para tratar de demostrar que el Gobierno de Biden se está alejando de las políticas de inmigración de línea dura implementadas por el expresidente Trump. Harris visitará la ciudad de El Paso, en el estado de Texas, lugar donde el Gobierno de Trump inició su política de separación de familias migrantes en 2017.