El aumento de las tensiones por Ucrania podría precipitar a EE.UU. a una guerra con Rusia, advierte Katrina vanden Heuvel

Reportaje20 de enero de 2022

El 19 de enero, el presidente Biden dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, pagará un “precio muy alto” si da órdenes de invadir Ucrania con los 100.000 soldados que, según informes, tiene apostados a lo largo de la frontera. Además, Biden dijo que dicho escenario es cada vez más probable. Ese mismo día, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se reunió con el presidente de Ucrania y también advirtió que Rusia podría atacar Ucrania en “muy poco tiempo”. Hablamos con Katrina vanden Heuvel de la revista The Nation, quien afirma que la estrategia agresiva de EE.UU. en el conflicto entre Rusia y Ucrania es un desperdicio de recursos para el país y que EE.UU. debería recurrir a la diplomacia en lugar de amenazar con extender la OTAN hacia Europa del Este. “Se debería poner más atención en ver cómo podemos salir de estos conflictos, cómo podemos encontrar el camino para una Ucrania independiente”, dice vanden Heuvel, quien considera que el conflicto en Ucrania es una guerra civil que se convirtió en una guerra de poder. “Si hay un abordaje diplomático creativo, creo que se podría resolver esta crisis”.

Transcripción
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AMY GOODMAN: El presidente Biden dijo el miércoles 19 de enero que prevé una invasión a Ucrania por parte de Rusia, pero predijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, no desea librar una guerra a gran escala. Según informes, Rusia tiene unos 100.000 soldados apostados a lo largo de la frontera con Ucrania. Además, ha enviado tropas a Bielorrusia, que también es limítrofe con Ucrania. Biden dijo que la respuesta de Washington a una invasión rusa dependerá de su severidad.

PRESIDENTE JOE BIDEN: Rusia tendrá que rendir cuentas si invade Ucrania. Y la respuesta dependerá de lo que haga. Una cosa es una incursión a menor escala ante la cual debamos enfrascarnos en un debate sobre qué hacer o no hacer, etc. Pero si llevan a cabo lo que en realidad son capaces de hacer con las fuerzas que tienen apostadas en la frontera, entonces eso será un desastre para Rusia.

AMY GOODMAN: El comentario de Biden sobre una “incursión a menor escala” alarmó a las autoridades ucranianas. Poco después de la rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, emitió un comunicado para aclarar los comentarios de Biden de una “incursión a menor escala”. El comunicado decía: “Si las fuerzas militares rusas, en cualquier capacidad, cruzan la frontera con Ucrania, eso será la reanudación de una invasión ante la cual habrá una respuesta rápida, contundente y unificada por parte de Estados Unidos y de nuestros aliados”.

Durante la conferencia de prensa, el presidente Biden también predijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, trasladará tropas al interior de Ucrania. Esto fue lo que Biden respondió tras una pregunta de David Sanger, de The New York Times, sobre Putin.

PRESIDENTE JOE BIDEN: En primer lugar, creo que él no quiere una guerra a gran escala. En segundo lugar, ¿pondrá Putin a prueba a Occidente, a Estados Unidos y a la OTAN tan significativamente como pueda? Sí, creo que lo hará. Pero creo que pagará un importante y alto precio por ello, y que él no se imagina ahora mismo lo que le va a costar sus acciones. Y creo que se arrepentirá de haberlo hecho.

No sé con certeza qué tan seguro está de lo que va a hacer. Supongo que invadirá. Tiene que hacer algo. Por cierto, yo le he indicado… él mencionó dos cosas sobre las que quiere garantías: la primera es que Ucrania nunca será parte de la OTAN. La segunda, que no tengamos armas estratégicas posicionadas en Ucrania. Bueno, podemos llegar a algo en cuanto al segundo punto, [dependiendo] de lo que haga en la línea divisoria rusa, o la frontera rusa, así como en el área europea de Rusia…

DAVID SANGER: Señor presidente, da la impresión de que está ofreciendo un camino, algún tipo de salida. Y parece que lo que ello implica es, por lo menos, una garantía informal de que la OTAN no va a incorporar a Ucrania en las próximas décadas. También parece estar diciendo que nosotros nunca pondremos armas nucleares allí. Putin también quiere que saquemos todas nuestras armas nucleares fuera de Europa y que no tengamos tropas rotando a través del antiguo bloque soviético. ¿Cree que hay espacio para eso también?

PRESIDENTE JOE BIDEN: No. No, no hay espacio para eso. No estaremos permanentemente, pero la idea de que no vamos… De hecho, vamos a aumentar la presencia de tropas en Polonia, en Rumania, etc., si las acciones de Rusia lo ameritan, porque, según el artículo 5 [de la OTAN], tenemos una obligación sagrada de defender esos países, que son parte de la OTAN. No tenemos esa obligación en relación a Ucrania, aunque nos preocupa gravemente lo que sucede en ese país.

AMY GOODMAN: Ese era el presidente Biden hablando en su rueda de prensa de dos horas del 19 de enero.

El secretario de Estado, Tony Blinken, se reunirá con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, el viernes 21. Blinken se reúne hoy en Berlín con algunos de sus homólogos de la OTAN y estuvo en Kiev el miércoles.

Para hablar de las relaciones ruso-estadounidenses, nos acompaña Katrina vanden Heuvel, directora editorial y propietaria de la revista The Nation. Heuvel ha estado reportando desde Rusia y sobre Rusia durante los últimos 30 años. También es columnista de The Washington Post. Su última columna se titula: “Dejen de precipitarse hacia una guerra con Rusia”.

En el artículo, usted escribe: “En el argot técnico de la diplomacia, lo que está pasando en la crisis de Ucrania es una locura”. Katrina, ¿puede comentar primero lo que dijo el presidente Biden, lo que la Casa Blanca rectificó después, y, en definitiva, sobre lo qué está pasando?

KATRINA VANDEN HEUVEL: Bueno, Amy, en primer lugar, acabamos de escuchar a David Sanger de The New York Times, quien se ha enfocado en gran parte en promover un conflicto o una guerra con Rusia en relación a Ucrania desde hace varios años. Lo que sucede es que el objetivo más urgente es neutralizar la crisis inmediata. Y si se escucha lo que Biden dice entre líneas, se puede descifrar que hay opciones, si hubiera creatividad en la diplomacia y si se empleara el mismo tiempo en ello que reflexionando sobre lo que Putin hará o preocupándose… ni siquiera preocupándose, sino preparando una guerra.

Lo que está claro es que tres presidentes: Obama, Trump, e incluso Biden, han dicho que Ucrania no es un asunto de seguridad nacional, ni es un interés de seguridad vital de Estados Unidos. En este momento ningún presidente va a enviar hombres y mujeres a Ucrania para pelear. Sin embargo, se ha convertido en una guerra a través de terceros. Ha sido geopolitizada, cuando en realidad es una guerra civil. Ya existe una relación particular entre Rusia y Ucrania, y todo esto está relacionado con el problema más amplio de la expansión de la OTAN. En 1997 hubo un intenso debate en EE.UU. sobre la expansión de la OTAN. Personas clave que conocían muy bien el contexto de Rusia advirtieron que dicha expansión conduciría a una nueva Guerra Fría. Y aquí estamos.

Estamos viviendo en un momento de pandemia, de división racial, de una desigualdad económica abrumadora, de crisis climática, e ir a la guerra, o incluso contemplar estas dos nuevas Guerras Frías, tanto con Rusia como con China, me parece una locura. Se debería poner más atención en ver cómo podemos salir de estos conflictos, cómo podemos encontrar el camino para una Ucrania independiente, libre y completa, entre Oriente y Occidente, en lugar de toda esta retórica sobre más concentración militar en la frontera. Para terminar este punto, el otro día The New York Times publicó que fuentes anónimas de Inteligencia advertían de una operación de falsa bandera que crearía un pretexto para la invasión rusa. Ese es un peligro real. Yo uso la palabra “precipitar” porque la situación se parece un poco a la Primera Guerra Mundial, cuando cualquier accidente podía desencadenar el conflicto. Aquí tenemos a dos países con armas nucleares. Y pienso que, en lugar de enfocarnos en tropas y demás, deberíamos encontrar una solución diplomática fuerte y comenzar el trabajo necesario para que haya un control de armas. Se podría retomar el tratado INF [sobre misiles de rango intermedio] que fue suspendido por John Bolton y Trump en 2019. Hoy es el anuncio sobre el Reloj del Juicio Final. ¿Estará más cerca de la medianoche, lo cual es un peligro? Hay mucho trabajo por hacer, en lugar de todo este discurso sobre guerra, guerra, guerra, tropas, tropas, tropas.

NERMEEN SHAIKH: Katrina, en un momento volveremos al tema de, como usted dijo, una posible solución diplomática a este conflicto, teniendo en cuenta las reuniones de Blinken en los últimos días, y su reunión del 21 de enero con Lavrov. Usted mencionó un tema que es crucial: la expansión de la OTAN desde 1997. Es impactante. Un gran número de países se han unido desde 1997, hablo de países de Europa del Este: Polonia, Hungría, la República Checa, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Albania, Croacia, Montenegro y, más recientemente, Macedonia del Norte. Entonces, dos preguntas: la primera, ¿podría explicar por qué Rusia está especialmente preocupada con respecto a que Ucrania se una a la OTAN? Y también, ¿qué importancia tiene la OTAN, y cuál es su función, ahora que han pasado varias décadas desde la disolución del Pacto de Varsovia?

KATRINA VANDEN HEUVEL: Esa es la pregunta central, Nermeen. Cuando el Pacto de Varsovia se disolvió, lo natural hubiera sido que la OTAN se hubiera disuelto también y que hubiéramos encontrado una nueva arquitectura para nuestra seguridad que no se base en el militarismo. Por cierto, en 1997, gente como Paul Nitze, Richard Pipes, McNamara, se opusieron a la expansión de la OTAN. Pero dejando eso de lado, la expansión de la OTAN fue la expansión de una institución militar, que está dominada por Estados Unidos. No es una tertulia de café. Es un grupo en el que las armas son lo primero. Tienes que comprar ciertas armas y estar en sincronía con toda la operación. Hay otras instituciones que se podrían haber creado, como la “casa común europea” que propuso Mijaíl Gorbachov desde Vladivostok hasta Lisboa, la cual podría no haberse basado en el militarismo.

Como usted sabe, Rusia, la Unión Soviética, perdió 27 millones de personas en la Segunda Guerra Mundial. Hay un miedo continuo y real, incluso en las generaciones más jóvenes, a estar rodeados. Nosotros teníamos nuestra Doctrina Monroe. Nuestras esferas de influencia. ¿Qué pasaría si Rusia decidiera de repente desplegar sus tropas en México? Las fronteras son importantes, especialmente dentro de la conciencia histórica rusa. Pero eso está jugando un papel ahora mismo. Ucrania, a diferencia de los demás países que mencionaste, ha tenido una relación muy especial con Rusia, y Rusia con Ucrania. Ucrania es un país dividido. Es un país que tiene derecho a ser totalmente independiente. Pero hay muchas personas rusas casadas con ucranianos. Ucrania no es Montenegro. Así que creo que uno tiene que entender que hay una expresión en las relaciones exteriores llamada “empatía estratégica”. Si nos pusiéramos en el lugar del otro, sin justificar, pero tratando de comprender, creo que estaríamos en una mejor situación.

Finalmente, el artículo 5 de la OTAN exige que los miembros de la organización ayuden militarmente a los países que son invadidos. Y quiero reiterar que, ante todo, ningún presidente estadounidense, según lo que entiendo, va a mandar estadounidenses a luchar. Se está hablando de financiar una insurgencia en Ucrania. ¿Cómo resultó eso en Afganistán cuando financiamos a los muyahidines?

Hay muchos asuntos que abordar. A Gorbachov se le prometió que tras la reunificación alemana la OTAN no se movería un centímetro hacia el este. Eso puede encontrarse en el Archivo de Seguridad Nacional, por ejemplo. Hay quien cree que Putin está pidiendo garantías por escrito porque piensa que eso podría protegerlo de sufrir el mismo destino que Gorbachov. No lo creo. Pero me reitero, si aplicamos la diplomacia creativa, creo que podríamos resolver esta crisis. Y entrar en una guerra en este momento es sumar eso a las otras guerras que enfrentamos, como el clima y la pandemia.

NERMEEN SHAIKH: Respecto a las negociaciones, Katrina, ¿puede hablar de lo que sabemos hasta ahora sobre la reunión entre Zelensky y Blinken, y la de hoy con sus homólogos de la UE, y sobre lo que podemos esperar mañana de la reunión de Blinken con Lavrov? Por su parte, el presidente francés, Macron, urgió a los países europeos a hablar de forma directa con Rusia, contradiciendo lo que EE.UU. había propuesto. ¿Podría comentar eso también?

KATRINA VANDEN HEUVEL: Creo que es algo muy importante, y habla de una resolución diplomática que podría reeditarse, ya sea el acuerdo de Minsk, o el acuerdo de Normandía, que originalmente incluía a Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, pero no a Estados Unidos. Pero creo que es una buena señal de que países europeos como Francia y Alemania pueden tener más independencia para llegar a un acuerdo con Rusia.

¿Qué está pasando en Ucrania? No lo sé, excepto que el rival de Zelensky llegó a Ucrania, a Kiev, el otro día. Me refiero al “Rey del Chocolate”, el que fuera el anterior presidente, y fue arrestado y está siendo juzgado. La razón por la que eso está pasando ahora tal vez expone algunos de los problemas reales de Ucrania. Por cierto, Ucrania no podría ingresar legalmente en la OTAN ahora mismo, porque su integridad territorial no es total.

Creo que Lavrov, y decir esto me traerá problemas, es uno de los diplomáticos más serios y experimentados en activo ahora mismo. Así que creo que si Blinken y Lavrov logran ir más allá de la retórica, se podría llegar a algún acuerdo real que pudiera facilitar una resolución, tal vez retomar el acuerdo de Minsk o llegar a algún acuerdo a través de la UE o de la OSCE, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Creo que es esperanzador que esté habiendo reuniones, porque considero importante que la actual crisis sea apaciguada y se gane algo de espacio.

NERMEEN SHAIKH: Y, Katrina, antes de pasar a otros aspectos del discurso de ayer de Biden y de su evaluación del primer año en el cargo, un último punto sobre lo que está pasando en Ucrania. EE.UU. y la UE han discutido la posibilidad de imponer sanciones de amplio alcance contra Rusia como un primer paso. Pero ya se han impuesto sanciones. ¿Podría hablar sobre qué tipo de sanciones se están contemplando y la relevancia de que EE.UU. esté sopesando expulsar a Rusia del sistema financiero internacional basado en el dólar? ¿Qué significaría eso y cuán probable es?

KATRINA VANDEN HEUVEL: Creo que ciertamente se está hablando mucho de sanciones punitivas, sanciones onerosas. Ante todo, hay que entender que ya hay muchas sanciones impuestas contra Rusia en este momento. De hecho, los demócratas presentaron su proyecto de ley de sanciones el otro día, y creo que Ted Cruz presentó otro.

La expulsión de Rusia del sistema de comercio mundial por parte de la organización SWIFT podría tener implicaciones reales, pero también podría acercar a Rusia hacia China y hacia una moneda alternativa, lo cual no sería de ayuda para Europa y Estados Unidos.

Recordemos que en Alemania tienen el gran asunto del gasoducto Nord Stream. Es un momento interesante, ya que ese gasoducto no está aún totalmente aprobado. Todavía hay algunos asuntos que abordar a nivel regulatorio. Alemania tiene un nuevo Gobierno ahora, y el ministro de Exteriores es del Partido Verde, que se opone a la construcción del gasoducto por razones medioambientales, entre otros temas. Así que ese es un tema que puede abordarse independientemente a las sanciones de Estados Unidos.

En general, las sanciones no han funcionado. Han hecho a los países que las sufren más resistentes a la presión estadounidense. Y creo que el uso de sanciones como política exterior, en algunos casos es el equivalente a la guerra. El coste humanitario tiene que ser sopesado.

AMY GOODMAN: Con esto finalizamos. Por supuesto, vamos a continuar cubriendo este tema. Katrina vanden Heuvel es directora editorial y propietaria de la revista The Nation, además columnista de The Washington Post. Vamos a enlazar a sus artículos. El último se titula “Dejen de precipitarse hacia una guerra con Rusia”.

Katrina va a continuar con nosotros para analizar el discurso de Biden al cumpliste su primer año en la presidencia, y el fracaso del Senado a la hora de aprobar leyes sobre el derecho al voto después de que Manchin y Sinema se pusieran del lado de los republicanos para bloquear el cambio de la regla de obstruccionismo legislativo. Hablaremos también con Ralph Nader. Quédense con nosotros.


Traducido y editado por Igor Moreno Unanua e Iván Hincapié.

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