En la ciudad estadounidense de Jackson, estado de Misisipi, funcionarios federales y estatales han declarado que el suministro de agua de la ciudad cumple con los requisitos de la Ley de Agua Potable Segura. Esto ocurre tras una advertencia de “hervir el agua” en Jackson que duró casi siete semanas, después de que las inundaciones en el río Pearl provocaran una falla en todo el sistema de suministro de agua potable de la ciudad en agosto. El lunes, cientos de residentes de Jackson se manifestaron frente a la residencia del gobernador para exigir que el estado de Misisipi rinda cuenta por la crisis en el abastecimiento de agua. La protesta fue encabezada por el obispo William Barber, copresidente de la Campaña de los Pobres.
Obispo William Barber: “La mayoría de las comunidades de color de bajos ingresos son relegadas a sufrir las devastadoras consecuencias de un sistema de suministro de agua anticuado y deteriorado”.
En Michigan, los residentes de la ciudad de Flint han pedido a un juez que intervenga de nuevo para sustituir las tuberías de plomo que provocaron la contaminación del suministro de agua de la ciudad, así como un brote mortal de legionelosis. Es la quinta vez en seis años que organizaciones comunitarias le piden a un tribunal que haga cumplir un acuerdo que requiere que la ciudad tome medidas. Melissa Mays, de la organización Flint Rising, dijo al respecto: “El pueblo de Flint no tolerará más promesas incumplidas por parte de la ciudad, que tiene una orden judicial federal para sacar las tuberías de plomo del suelo y aún sigue sin concretar el trabajo”.