Los casos de coronavirus así como también las hospitalizaciones y las muertes a causa de la enfermedad han aumentado en la mayoría de las regiones de Estados Unidos en vísperas del fin de semana festivo del Día de los Caídos. El país registra oficialmente un promedio de más de 110.000 contagios diarios, aunque probablemente la cifra real sea mucho mayor debido a la gran cantidad de pruebas diagnósticas que se realizan en el hogar y que no se reportan.
Esta semana, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publicaron un estudio que concluye que más de uno de cada cinco adultos que sobreviven a la COVID-19 experimentan al menos un síntoma de la denominada “covid prolongada”. Estos síntomas incluyen cansancio, problemas cardíacos, pulmonares y renales, deterioro cognitivo y coágulos de sangre. La Organización Mundial de la Salud estima que hasta 100 millones de personas en todo el mundo podrían experimentar efectos en la salud a mediano y largo plazo a causa de la COVID-19. Asimismo, el organismo considera que la protección que las vacunas ofrecen contra la “covid prolongada” es limitada. Un estudio del Departamento de Asuntos de los Veteranos publicado en la revista Nature esta semana concluyó que la vacunación redujo el riesgo de sufrir trastornos pulmonares y coágulos sanguíneos a largo plazo a causa de la COVID-19, pero no brindó suficiente protección contra otros efectos a largo plazo.
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