En Estados Unidos, activistas en defensa de la justicia para las personas inmigrantes están denunciando la iniciativa en marcha implementada por algunos dirigentes republicanos de enviar decenas de autobuses llenos de solicitantes de asilo a ciudades santuario, que ofrecen unas leyes más favorables para los inmigrantes indocumentados. El jueves, unos 100 solicitantes de asilo procedentes de Colombia, Cuba, Guyana, Nicaragua, Panamá y Venezuela fueron dejados al frente de la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris en la ciudad de Washington D.C. Los autobuses fueron enviados desde Texas por el gobernador republicano del estado, Greg Abbott. Estas fueron las palabras expresadas por un solicitante de asilo venezolano.
David Morales: “Fue un viaje bastante largo, bastante fuerte. Y, bueno, lo inesperable fue aquí que nos dejaron a la deriva, sin saber para dónde ir. Nuestro destino es llegar hasta Nueva York”.
Las personas en busca de asilo tuvieron que viajar durante más de 30 horas. Al menos dos de ellas, incluido un bebé, fueron trasladadas a un hospital, mientras que otras lograron obtener comida y alojamiento. Estas fueron las palabras expresadas por Carla Bustillos, una defensora de los derechos de las personas inmigrantes en la ciudad de Washington D.C.
Carla Bustillos: “Mientras hacemos este espectáculo político, hay seres humanos que sienten que se están aprovechando de sus penurias. Estas personas han venido a Estados Unidos a buscar asilo y les han dicho que se suban a estos autobuses. Les han prometido que una organización [en Washington D.C.] les proporcionaría comida, techo y trabajo”.
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