En Puerto Rico, aproximadamente tres cuartos de millón de hogares y comercios siguen sin electricidad prácticamente diez días después de que el huracán Fiona colapsara la frágil red eléctrica de la isla. Cientos de miles de personas siguen padeciendo la escasez de agua potable, combustible, medicamentos y otras necesidades.
Milagro Mercado: “Pues, llevamos una semana sin agua y sin luz. [Las autoridades] no han hecho nada por nosotros. Y pues, esto está bien malo aquí, está bien fuerte, ¿sabe? Los que pasan nos dan una carguita de agua y se van, ¿sabes? Estamos mal de verdad. Perdimos todo de verdad. Estamos en una situación bien, bien mala”.
El lunes, el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierlusi, pidió al presidente Biden que suspendiera las restricciones de envío de mercancías en virtud de la ley Jones, una ley centenaria que exige que las embarcaciones con bandera de EE.UU. sean las únicas que puedan transportar mercancías entre dos puntos del país. Esto se produce al tiempo que una embarcación que transporta diésel para la compañía británica de petróleo BP no ha podido atracar en un puerto de Puerto Rico y permanece varada frente a sus costas.