En Alemania, la policía comenzó a desalojar de manera violenta a un grupo de activistas contra el cambio climático que se encontraban en el pueblo occidental de Lützerath. Cientos de activistas llevan meses ocupando la localidad desierta para evitar que la zona sea explotada en busca de lignito, un tipo de carbón muy contaminante. Alemania sostiene que necesita recurrir cada vez más al carbón debido a la escasez de gas y petróleo rusos tras la invasión rusa de Ucrania. Los manifestantes dicen que están preparados para arriesgar sus vidas y piden a los activistas de todo el país y el mundo que se unan a su lucha.
Marlene Berger: “Sí, creemos que podemos resistir durante varias semanas, seis semanas. También creemos que si somos bastantes los aquí reunidos y también en todas las ciudades donde hay muchas manifestaciones y movilizaciones anunciadas, todavía podemos cambiar esto. Si suficientes personas dicen: 'Oye, no puede ser que en 2023 vayamos a destruir otra aldea por lignito', aún podremos evitar que eso pase”.
Inicio