Las fuerzas armadas israelíes han comenzado a demoler viviendas, suministros de agua y olivares en Masafer Yatta, una aldea situada en los territorios ocupados de Cisjordania, cerca de la localidad de Hebrón. Esta semana, vehículos blindados israelíes acompañaron a los equipos de demolición mientras estos arrasaban viviendas y granjas en dos aldeas. En 2022, el Tribunal Superior de Justicia de Israel aprobó las demoliciones de viviendas, una medida que provocará el desplazamiento de más de 1.000 personas.
En la ciudad de Washington D.C., la congresista palestino-estadounidense Rashida Tlaib publicó en Twitter: “Cuando aún no ha transcurrido ni una semana del año 2023, el nuevo Gobierno ultraderechista y de apartheid [de Israel] se dispone a llevar a cabo una limpieza étnica de comunidades enteras, que desplazaría a más de 1.000 residentes palestinos, entre ellos 500 menores de edad. Todo ello con el apoyo de Estados Unidos, con excavadoras y balas estadounidenses”.
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