El incesante bombardeo israelí contra la Franja de Gaza ha entrado en su séptima semana y se han producido nuevos ataques contra edificios residenciales en el campamento de refugiados de Yabalia, en los que murieron al menos 18 personas. El jueves, las principales compañías de telecomunicaciones de Gaza dejaron de funcionar debido a que se quedaron sin combustible para los generadores, lo que dejó incomunicada a gran parte del territorio ocupado. Militares israelíes ocuparon, por tercer día consecutivo, el hospital Al-Shifa, donde los 7.000 trabajadores médicos y pacientes que han quedado atrapados se enfrentan a una creciente crisis humanitaria. Un miembro del personal médico de Al-Shifa afirmó que 43 de los 63 pacientes de cuidados intensivos que dependían de respiradores han muerto al agotarse los suministros de oxígeno y combustible y que un “gran número” de bebés prematuros también han fallecido a causa del asedio israelí al hospital. Las autoridades israelíes y egipcias permitieron el jueves que varios palestinos heridos ingresaran a Egipto a través del paso fronterizo de Rafah para recibir tratamiento en ese país. Estas fueron las palabras expresadas por Ahmed Mazen Abu Shahma, un joven palestino al que le amputaron una pierna tras sobrevivir a un bombardeo israelí contra la casa de su familia.
Ahmed Mazen Abu Shahma: “Las personas son despedazadas, quedan con una cabeza por un lado y una pierna por el otro. Una manzana entera de edificios fue demolida por los bombardeos. ¿El piloto israelí del avión no sabe que hay personas que viven en estos edificios? Quieren ir contra Hamás. ¿Qué tiene que ver esta gente con eso? ¿Por qué bombardean a niños inocentes que no tienen nada que ver con eso? ¿No sabe el piloto que son niños?”.
El Hospital Indonesio, ubicado en el norte de Gaza, informó que se ha visto obligado a interrumpir sus servicios y que ha tenido que dejar sin tratamiento, en un área de recepción, a decenas de pacientes que necesitan ser operados con urgencia. Esto se produce después de que Israel bombardeara el hospital de campaña jordano en Gaza, un ataque que el Gobierno de Jordania calificó de crimen de guerra. La Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina afirmó que es posible que tenga que suspender próximamente todas las operaciones humanitarias en el enclave palestino a causa de la escasez de combustible. El comisionado general de la agencia dijo el jueves: “Creo que hay un intento deliberado de estrangular nuestras operaciones”.
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