La Corte Suprema de Rusia prohibió el activismo a favor de la comunidad LGBTQ+ en una decisión histórica que Amnistía Internacional calificó de “vergonzosa y absurda”. El fallo del alto tribunal ruso, que alega que el “movimiento internacional LGBTQ” es extremista, podría agravar aún más la situación de vulnerabilidad de esas comunidades. Estas fueron las palabras expresadas por la activista transgénero Ada Blakewell.
Ada Blakewell: “Me escapé de un campamento de conversión [sexual] hace un poco más de medio año. Me secuestraron. Intentaron 'curarme' durante un año. Intentaron convencerme de que no era una mujer transgénero. Fracasaron, de hecho. Luego de la implementación de este fallo, ya no podré hablar sobre la terapia de conversión. Me lo prohibirán porque eso se asociará con el tema LGBT. No voy a poder ayudar a un gran número de personas. Todos los activistas trans y muchos activistas queer ya han abandonado Rusia. Al parecer, yo soy una de las últimas activistas que aún permanecemos en Rusia. ¿Qué haré ahora? La única opción que me queda es irme”.