En China, al menos 118 personas murieron después de que un terremoto de 6,2 grados de magnitud azotó una región montañosa de la provincia noroccidental de Gansu. Asimismo, más de 500 personas resultaron heridas cuando el terremoto derrumbó edificios, destruyó carreteras y dañó la red eléctrica. Los equipos de rescate afirman que las temperaturas bajo cero, así como el terreno hostil, dificultan los esfuerzos para encontrar a los supervivientes.
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