El ministro de Salud de Francia presentó su renuncia el miércoles en protesta por un proyecto de ley contra los derechos de los migrantes que cuenta con el respaldo del presidente Emmanuel Macron y que ha sido aprobado por un amplio margen en el Parlamento francés. El proyecto de ley facilita enormemente la expulsión de solicitantes de asilo, establece estrictas cuotas de inmigración, dificulta que los hijos de inmigrantes adquieran la ciudadanía francesa y retrasa varios años el acceso de las personas migrantes a las prestaciones sociales. La líder ultraderechista Marine Le Pen calificó la nueva versión del proyecto de ley como una “victoria ideológica” para su partido político.
En Bruselas, la Unión Europea ha acordado un Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo que, según Amnistía Internacional, “será un retroceso en la legislación europea en materia de asilo durante las próximas décadas y provocará un mayor sufrimiento humano”. El acuerdo, que se produce tras tres años de negociaciones, permite la detención de familias migrantes, incluidas aquellas con menores de corta edad, y acelera la deportación de los solicitantes de asilo recién llegados. La miembro del Parlamento Europeo Malin Björk dijo en un comunicado: “Ante la guerra de Rusia contra Ucrania, la Unión Europea demostró que la solidaridad con quienes buscan protección es posible. Pero, en lugar de basarse en esa experiencia, el acuerdo que se acaba de alcanzar institucionalizará y empeorará las prácticas más represivas [contra la migración]: las detenciones masivas, las expulsiones y los maltratos en las fronteras”.
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