El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se comprometió a intensificar los ataques contra la Franja de Gaza tras un fin de semana de violencia que dejó cientos de palestinos muertos. El viernes, 90 personas perdieron la vida cuando Israel bombardeó dos viviendas en la ciudad de Gaza. De las personas que murieron, 76 eran miembros de una misma familia. Entre los fallecidos se encuentra Issam al-Mughrabi, quien se desempeñó durante tres décadas como funcionario del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Al-Mughrabi murió junto con su esposa y cinco de sus hijos. El domingo, al menos 106 palestinos perdieron la vida a causa de un ataque aéreo que Israel lanzó contra el campamento de refugiados de Maghazi en Gaza. Estas fueron las palabras expresadas por Ibrahim Youssef, un vecino del campamento que buscaba a su esposa y a sus cuatro hijos después de que el bombardeo los dejara enterrados bajo los escombros.
Ibrahim Mohammed Al-Haj Youssef: “Mi esposa y mis hijos siguen atrapados bajo los escombros. Solo logré sacar a mi hijo mayor, Muhammad. ¿Cómo voy a enterrarlos mientras estén bajo los escombros? ¿Cómo puedo localizarlos para ponerlos a descansar? ¿Cómo confirmaré que mis hijos están aquí? ¿A dónde fueron y qué les pasó? ¿Qué culpa tenían ellos? ¿Por qué les pasó esto a ellos? Esto que sucede no es su culpa. El mundo entero está observando cómo nos morimos y nos masacran”.
La Sociedad de la Media Luna Roja Palestina afirma que varias personas resultaron heridas en un bombardeo que Israel lanzó contra el edificio de su sede en Jan Yunis. Mientras tanto, las organizaciones de defensa de los derechos humanos exigen que se inicie una investigación después de que las imágenes de un video que, según se informa, grabó un reportero gráfico israelí parecieran mostrar a cientos de civiles palestinos, incluidos menores, en ropa interior y maniatados, siendo retenidos y obligados a sentarse en el campo de un estadio de Gaza a punta de pistola por soldados israelíes.