En el Reino Unido, los activistas de la organización ambientalista Just Stop Oil le entregaron un ultimátum al primer ministro Rishi Sunak, mediante el cual advierten que el Gobierno británico debe detener cualquier nueva licencia para compañías de combustibles fósiles después del 10 de abril; de lo contrario, deberá lidiar con la “intensificación de las acciones disruptivas” que llevarán a cabo los jóvenes activistas. La organización ambientalista es conocida por realizar protestas de acción directa no violentas de gran repercusión y llevar a cabo acciones disruptivas en espacios públicos, como museos de arte y carreteras, con el fin de concientizar a la población sobre la necesidad de tomar medidas de manera urgente contra la crisis del cambio climático. Estas fueron las palabras expresadas por la activista Hannah Hunt.
Hannah Hunt: “En lugar de responder a los deseos del pueblo británico, [los gobernantes] están implementando políticas que arrojan a millones de personas a la miseria, al tiempo que permiten que las compañías de combustibles fósiles obtengan las mayores ganancias en la historia del Reino Unido. […] Para poder ganar, el Gobierno tendrá que derrotar a la juventud de este país, dado que nosotros pondremos nuestros cuerpos en la primera línea”.
Mientras se llevaba a cabo esa movilización, los activistas contra el cambio climático del grupo ecologista Rebelión contra la Extinción bloquearon las terminales de aviones privados del aeropuerto de Luton, en las afueras de la ciudad de Londres, con una pancarta que decía “impuestos a los viajeros frecuentes”.
En Nueva York, decenas de activistas de dicho grupo ecologista protestaron frente a las oficinas de la empresa de servicios financieros Citigroup para exigir que deje de invertir en la expansión de la explotación de combustibles fósiles. Citi es el segundo mayor financista de las compañías de combustibles fósiles a nivel mundial después de JPMorgan Chase.
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