En Estados Unidos, en el estado de Virginia Occidental, un tren de carbón vacío descarriló y se incendió en la comunidad de Sandstone este miércoles. El accidente provocó heridas en tres trabajadores y causó el derrame de combustible diésel en uno de los ríos más antiguos de América del Norte. Un día después, un tren de carga de la compañía ferroviaria Norfolk Southern descarriló en Alabama, a unos 130 kilómetros al noreste de la ciudad de Birmingham. Según las autoridades locales, el accidente del jueves no involucró ninguna sustancia peligrosa. Se trata del tercer descarrilamiento de un tren de Norfolk Southern en Estados Unidos desde febrero y se produce al tiempo que el director ejecutivo de la compañía, Alan Shaw, acudía a testificar ante el Comité de Medio Ambiente y Obras Públicas del Senado. Shaw se disculpó por el descarrilamiento ocurrido el 3 de febrero que cubrió a la localidad de East Palestine, estado de Ohio, con una mezcla de sustancias químicas y gases tóxicos. Sin embargo, Shaw se negó a comprometerse a poner fin a un sistema diseñado para maximizar ganancias conocido como “ferrocarril programado de precisión”. Los sindicatos afirman que dicha práctica implica reducciones de personal; reducir la cantidad de trenes que circulan por la vías aumentando la carga de dichos trenes; y recortes en las áreas de mantenimiento de infraestructura. Al ser interrogado por el senador del estado de Vermont Bernie Sanders, el director ejecutivo de Norfolk Southern también se negó a comprometerse a otorgar a los trabajadores siete días remunerados de ausencia por enfermedad al año.
Senador Bernie Sanders: “¿Se compromete ahora mismo a garantizar días remunerados de ausencia por enfermedad a todos sus trabajadores? Esa no es una exigencia radical. Realmente no lo es. ¿Se compromete a garantizar eso, señor?”.
Alan Shaw: “Senador, comparto su interés por el [bienestar de] nuestros empleados. Me comprometo a continuar conversando con ellos sobre temas importantes relacionados con la calidad de vida”.
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