El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha presentado formalmente un plan para proveer submarinos de propulsión nuclear a Australia en un intento por contrarrestar la influencia de China en la región Indo-Pacífico. Biden anunció el acuerdo junto con el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, y el primer ministro australiano, Anthony Albanese, en una reunión que se celebró el lunes en la ciudad de San Diego. Según el acuerdo, en el transcurso de la década de 2030, Australia recibirá tres submarinos de propulsión nuclear clase Virginia y armados convencionalmente, con la posibilidad de comprar dos submarinos más, como parte de una nueva alianza militar estratégica entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, conocida como AUKUS, por su acrónimo en inglés. En Pekín, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China pidió a Estados Unidos, el Reino Unido y Australia que abandonen lo que denominó una “mentalidad de Guerra Fría y un juego de suma cero”.
Mao Ning: “[Nosotros] creemos que la cooperación entre los tres países plantea un grave riesgo de proliferación nuclear, afecta el sistema internacional de no proliferación nuclear, estimula la carrera armamentista, socava la paz y la estabilidad en la región de Asia-Pacífico y es ampliamente cuestionada y rechazada por los países de la región y la comunidad internacional”.
La reunión de Biden con los líderes del Reino Unido y Australia se produjo al tiempo que el Pentágono publicó la propuesta de su presupuesto para el año fiscal 2024 por 842.000 millones de dólares, una cifra que supone 25.000 millones de dólares más de lo que aprobó el Congreso en 2022. Este sería el mayor presupuesto militar que se solicita en supuestos tiempos de paz en la historia de Estados Unidos