En Francia, cientos de miles de personas se han sumado este martes a las huelgas y protestas que se llevan a cabo en todo el país, las más recientes manifestaciones realizadas en Francia para pedir que el presidente Emmanuel Macron cancele una medida que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años. Los sindicatos han cerrado aeropuertos, estaciones de tren, escuelas, refinerías de petróleo y han suspendido la recolección de residuos, entre otras cosas. Las huelgas se produjeron al tiempo que el dirigente del sindicato más grande de Francia, Laurent Berger, le pidió a Macron que suspenda la reforma pensional, una medida a la que se opone gran parte de la población francesa.
Laurent Berger: “Si el presidente de la república recibiera a los sindicatos, cosa que venimos pidiendo desde hace casi un mes, y nos dijera: 'No se puede hablar de pensiones', eso no tendría ningún sentido. Eso sería prácticamente anacrónico. Hay millones de personas que se oponen a esta reforma pensional y que se están manifestando [en contra de ella]. Si queremos evitar enfrentamientos, y yo quiero evitarlos, lo que proponen ahora los sindicatos es un gesto de apaciguamiento para encontrar una salida. Hay que aprovecharlo”.
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