La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ordenó a la compañía ferroviaria Norfolk Southern que analice la presencia de dioxinas en la localidad de East Palestine, estado de Ohio, donde el 3 de febrero ocurrió un accidente ferroviario que provocó una liberación masiva de sustancias químicas. Las dioxinas son una clase de contaminantes altamente tóxicos que podrían haberse formado tras la quema de los productos químicos que se encontraban en los restos del tren accidentado. Estas sustancias se encuentran en el compuesto tóxico denominado Agente Naranja y se han relacionado con algunos de los peores desastres ambientales en la historia de Estados Unidos, incluida la catástrofe ocurrida en 1970 en Love Canal, un vecindario situado en la ciudad de Niagara Falls, estado de Nueva York. La orden de la agencia gubernamental se produjo al tiempo que residentes de East Palestine confrontaban a un representante de Norfolk Southern en una asamblea pública que se llevó a cabo el jueves por la noche en esa localidad.
Residente de East Palestine: “Esto me ha afectado en todos los niveles. Ha afectado a mi familia, a mis amigos, a mi granja, a mis animales, a mis finanzas, a mi hogar. Y me afectará también a nivel celular si me diagnostican cáncer, ELA o lo que sea que me vaya a ocurrir si me quedo en esta ciudad contaminada y tóxica. Y todos ustedes lo saben bien”.
El miércoles, dirigentes sindicales que representan a los trabajadores ferroviarios escribieron una carta al secretario de Transporte, Pete Buttigieg, al gobernador de Ohio, Mike DeWine, y a otras autoridades, en la que critican a Norfolk Southern por poner en riesgo la salud de los trabajadores en el lugar del accidente y no proporcionarles equipo de protección personal mientras hacían las tareas de limpieza. En la carta se indica que los trabajadores “continúan experimentando migrañas y náuseas días después del descarrilamiento y todos sospechan que fueron expuestos deliberadamente a estos químicos de acuerdo con las instrucciones de Norfolk Southern”.
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