Una serie de tormentas severas generaron aproximadamente once tornados en el sur y el medio oeste de Estados Unidos durante el fin de semana, lo que provocó la muerte de 32 personas. Asimismo, los tornados dejaron a al menos un millón de usuarios sin electricidad y destruyeron, o dañaron gravemente, casas, negocios y otras estructuras en estados como Arkansas, Alabama, Indiana, Misisipi, Iowa y Tennessee. Una docente de secundaria de Arkansas inspeccionó el domingo el daño que sufrió su salón de clases.
Lisa Worden: “Sí, he enseñado aquí durante 25 años y este es mi salón de clases. Cuando salí ayer, no me di cuenta de que esa sería la última vez que enseñaría en este salón de clases. […] Salimos a la 1:30 p.m., lo cual fue una gran bendición de Dios de parte de nuestro superintendente, porque, de lo contrario, los niños y niñas habrían estado en los autobuses y los maestros aquí [cuando ocurrió la tormenta]. Y eso habría sido aún más devastador”.
Esta semana, están pronosticadas condiciones climáticas extremas para las regiones afectadas, al tiempo que los científicos y el Gobierno de Biden advierten que dichos fenómenos climáticos están empeorando en cuanto a gravedad y frecuencia