El martes 2 de enero, un dirigente de alto rango de Hamás fue asesinado en un suburbio de Beirut, lo que incrementa los temores de que la guerra de Israel contra Gaza pueda terminar involucrando también al Líbano y a otros países de la región. Se trata del número dos de Hamás, Saleh al-Arouri, quien murió en un presunto ataque israelí con drones, en el que también murieron otros seis miembros de Hamás. Israel no ha confirmado su responsabilidad sobre el ataque. “Muchas personas expertas en la región están concluyendo que el Gobierno de Israel claramente está buscando una mayor escalada regional del conflicto”, dice el analista Mouin Rabbani, coeditor de la revista electrónica Jadaliyya y presentador del podcast Connections. Rabbani sostiene que si bien no es seguro que la guerra se expanda, particularmente porque Estados Unidos está decidido a restringir la expansión de los combates, “la confianza que tiene Israel de que puede hacer lo que le plazca y no sufrir ninguna consecuencia por ninguna de sus acciones es la variable clave aquí”.
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