El reverendo Dr. William Barber, quien además es activista por los derechos civiles, está pidiendo que se reconozcan las necesidades de las personas discapacitadas y que la ley las ampare tras haber sido expulsado la semana pasada de una sala de cine de la ciudad de Greenville, estado de Carolina del Norte. Barber dijo que el personal del cine AMC lo confrontó por el uso de una silla especializada que lleva consigo y que necesita debido a un tipo de artritis que padece desde hace décadas. El reverendo Barber, quien había asistido al cine para ver la película “El color púrpura” con su madre de 90 años, dijo que su expulsión constituyó una violación de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades (Americans with Disabilities Act) de 1990 cuando habló esta semana sobre el incidente en una conferencia de prensa.
William Barber II: “La Ley para Estadounidenses con Discapacidades no le debe su derecho de nacimiento a ninguna persona en particular. La gente trabajó durante años. Enviaron advertencias. Redactaron la legislación. Testificaron. Negociaron. Presentaron demandas. Se levantaron cuando hizo falta. Se sentaron cuando hizo falta. Se mantuvieron inmóviles cuando hizo falta. Lucharon. Se pusieron de pie. Se involucraron en la no violencia para decir: 'No nos van a ignorar. No impedirán que vengamos solo por el hecho de tener capacidades diferentes'. Ellos construyeron un movimiento. Construyeron un movimiento”.
El obispo Barber se reunió ayer con el director de AMC y dijo que planea reunirse nuevamente con él.