El gobernador del estado de Nueva Jersey, Phil Murphy, firmó un proyecto de ley para impedir la prohibición de libros en bibliotecas escolares y públicas, en momentos en los que legisladores republicanos de muchos otros estados están tratando de implementar la prohibición de un número récord de libros en los estantes de las bibliotecas escolares, la mayoría de los cuales tratan temas relacionados con la identidad de género, la orientación sexual y la justicia racial. Durante una ceremonia de firma que tuvo lugar esta semana, el gobernador Murphy fue presentado por Martha Hickson, una bibliotecaria de secundaria jubilada oriunda de la ciudad de Annandale, Nueva Jersey, que sufrió abuso verbal por parte de algunos padres y madres que se opusieron a la presencia de libros con temática LGBTQ en la biblioteca de la escuela en la que trabajaba.
Martha Hickson: “Según la revista School Library Journal, casi la mitad del personal bibliotecario de las escuelas informó que había retirado silenciosamente libros [de las bibliotecas] para evitar ser cuestionados. Y esos son solo los miembros del personal bibliotecario que lo admitieron. Sospecho que el número es en realidad mucho mayor. Y conozco profesores que ya no incluyen temas o títulos polémicos en sus clases por miedo a ser también objeto de críticas. Cuando ocurre esta autocensura, son los estudiantes los que sufren. Ellos se quedan sin las voces y las historias que exploran el mundo real, más allá de su propia realidad. Nuestro propio miedo censura el material, por lo que no son necesarias las prohibiciones de libros”.